Noche de paz y reflexión / Editorial

Editorial

   El 24 de diciembre, a más de recordar la pronta venida del salvador del mundo se pone de manifiesto la unión familiar, donde, núcleos familiares se reúnen en horas de la noche, con el fin de prepararse para la llegada de Jesucristo, hijo de Dios, quien, en su momento, instauró el pensamiento de fe y perdón en la tierra, algo que se mantiene en la actualidad.

   La iglesia Católica y creyentes de la misma, predican ese pensamiento de que, Jesús, el maestro y buen pastor, a través de los 12 discípulos, según cuentan pasajes de la Biblia, detallan la unión de hermandad, replicándose en la familia actual, por motivo de confianza y alianza emocional. 

  La celebración, a vísperas de Navidad, sin duda, marca un espacio de entender que los humanos somos eternos en alma y espíritu, ya que, por los tiempos críticos sanitarios, gente en cuerpo presente no estará con nosotros compartiendo una cena, pero sí en nuestro ser interior.  

    Compartir momentos en familia, es el mejor regalo de Navidad que se puede dar a esa persona que pereció por motivos de la pandemia o por otras circunstancias en su momento, ya que, debemos entender el por qué de su ausencia con recuerdos frente a una fe intacta de la venida del ‘Hijo del hombre’. 

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