EDITORIAL / Lula da Silva

Editorial, Opinión

Con el triunfo a la presidencia en segunda vuelta de  Lula da Silva, en Brasil, la región se pinta de rojo debido a que  desde México hasta la Argentina tendremos mayoritariamente gobiernos de izquierda o progresistas, con excepciones  como Ecuador, Uruguay  y Paraguay.

Como  latinoamericanos le deseamos al presidente electo de Brasil que tenga éxito en su tercer período al frente del país más grande y con mayor número de habitantes  de la región, se hará cargo de un país polarizado  y con altas expectativas en cuanto a sus ofrecimientos de combatir la pobreza, el hambre y la desigualdad.

Llevará como lastre en su gestión sus antecedentes, por la trama de corrupción Lava Jato que devino en  la sentencia a nueve años de prisión que fue suspendida por vicios de procedimiento en su juicio, más no por haber sido declarado inocente.

Esperamos que su triunfo no sea una tabla de salvación  para gobiernos cuestionados como Argentina con  la Vicepresidenta Cristina Fernández acusada  formalmente de corrupción, o los impresentables gobiernos de Maduro en Venezuela,  Ortega en Nicaragua o la dictadura cubana, todos ellos gravemente cuestionados por violaciones a los derechos humanos, fraudes electorales y que han sumido a sus habitantes en una espiral de pobreza y desesperación por emigrar.

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