EDITORIAL / Graves falencias

Editorial, Opinión

La grave situación  de la delincuencia y la inseguridad en el Ecuador es un problema que ha superado la capacidad de respuesta del Estado, tanto al poder ejecutivo, como al legislativo y judicial. Dentro del amplio abanico de asesinatos, secuestros, extorción que a diario se comenten en el país dos  de ellos dejan en evidencia las falencias del Estado.

El primero el asesinato del señor Rubén Cherres,  implicado en el caso denominado León de Troya o Caso Gran Padrino. El hombre más buscado por la fiscalía y la policía nacional en el mencionado caso de corrupción de las empresas públicas con supuestos  vínculos con grupos de delincuencia organizada, se movilizaba con total libertad,  durante tres meses, desde Guayaquil a una casa de veraneo en Punta Blanca provincia de Santa Elena, y los organismos especializados del estado no pudieron- o no quisieron-  localizarlo.  

El segundo es el amotinamiento y asesinato de tres cabecillas de bandas delictivas en la-pomposamente denominada- cárcel de máxima seguridad La Roca. Es incomprensible e indignante que las  dependencias gubernamentales afines no puedan mantener la seguridad en una prisión  que alberga a 20 delincuentes, que por su peligrosidad fueron trasladados a esta cárcel, que en teoría cuenta con los mejores equipos de prevención y detección de armas y más elementos prohibidos y además custodiada por elementos  élite de la fuerza pública.

En estos dos casos, el Gobierno ha manifestado que investigará y activará los protocolos de seguridad, es decir a actuará – como se ha hecho costumbre- tarde y sobre actos consumados.

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