Comercio informal en fechas cívicas / Editorial

Editorial


    Comerciantes informales salieron a las calles céntricas ayer para ofertar diversos productos, antes, durante y después del desfile cívico por los 199 años de Independencia de la urbe ambateña. El comercio en las calles, de cierta manera, cuando existe masiva afluencia de gente, sí ayuda a mejorar la economía, independientemente del negocio que se establece.

    Como todos los años, gente humilde con el fin de ganarse el pan de cada día, aprovecha estas fechas, dada la oportunidad de dar a conocer su producción, sea en la venta comida, ropa u otros insumos ofertados a la ciudadanía.

   Pese al control exhaustivo de las autoridades de control para evitar, la informalidad en sitios estratégicos, no se avanza a supervisar en su totalidad dicho comercio. Según Paulina López, en su escrito ‘Del comercio informal y los espacios públicos’, explica que la actividad laboral no regulada “se define como aquel intercambio económico que se realiza de manera irregular y oculto. Irregular porque no sigue los procesos fiscales y de permisos requeridos por las autoridades para ejercer esa actividad”.

   En Ambato, todavía la pugna por regularizar a ciertos comerciantes, está latente y es deber de los municipios correspondientes no solo en nuestra ciudad, sino en todo el país, que la venta de productos sea legal, sin la especulación de precios en un mercado ya regulado y que los negocios ocultos vinculados al contrabando sean cerrados y que se castigue a los productores que evaden impuestos.  (O)

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