EDITORIAL / Caos

Editorial, Opinión

Así tenemos que calificar lo sucedió en estos últimos cuatro días con los ataques y asesinatos a policías, amedrentamiento a personas y locales comerciales e incendiando y haciendo explotar vehículos.

Estos ataques eran orquestados por bandas delictivas que veían pisoteado su poder dentro de las cárceles y sobre todo por el control ejercido por poder legal del Estado.

Más de 1.300 policías y militares lograron entrar a la Penitenciaria del Litoral para trasladar a cientos de reclusos y así, desbaratar ese poder de las bandas delictivas que manejan secuestros, extorsiones y asesinatos desde el interior de esta cárcel.

Una ola de miedo quisieron sembrar los delincuentes en el país y concretamente en las provincias de Esmeraldas, Guayas y Santo Domingo. Al final lo lograron ya que en este feriado muchos turistas suspendieron sus reservaciones a puntos turísticos de dichas provincias. Todo se afectó con considerables pérdidas económicas para el sector turístico de la Costa. Perdieron unos pero ganaron otros ya que Tungurahua incremento sus expectativas de llegada de turistas que prefirieron la Sierra para pasar este largo feriado.

Lo cierto es que el gobierno tiene la obligación de proteger a los 18 millones de ecuatorianos y aplicar mano de hierro a los delincuentes. Este es el momento del quiebre o somos un Estado fallido o acabamos con los delincuentes y resurgimos como país.

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