Ecuavóley, juego antiguo y autóctono de Ecuador

Interculturalidad
En un principio, su nombre era muy variado. Desde la provincia del Carchi hasta la de Tungurahua se lo conocía como “vóley”; en la Región Costa e Insular, como el “vóley criollo”; y en las demás provincias, especialmente en el Austro y frontera del país como el “vóley de tres”. (Foto El Heraldo)

El vóley es una disciplina olímpica. En Ecuador se adaptó el ecuavóley, que tiene el sello tricolor. La actividad es uno de los deportes más practicados en el país y cuya afición hace trascender fronteras.

Existen varias versiones sobre el origen del denominado ecuavóley, sin que al momento se cuente con una historia totalmente certera y clara del inicio de esta actividad deportiva. Sin embargo, se presume que el mismo es descendiente del conocido deporte olímpico del voleibol, el cual nació en 1895 por iniciativa de William George Morgan. El primer campeonato oficial se llevó a cabo en 1949 y en 1964 fue reconocido como deporte olímpico, según detalla el estudio del Ministerio del Deporte de nuestro país, en lo que se refiere a los juegos autóctonos.

Además explica que el primer campeonato documentado viene de 1949 en las olimpiadas militares jugadas en Quito en el batallón “Vencedores”, pero hay registros que señalan que mucho antes ya se practicaba. Las ligas barriales que apoyaban e incentivaban este deporte se establecieron en 1943 en la capital, ciudad donde la mayoría de versiones apuntan como el lugar de nacimiento de este juego.

Entre sus entrenamientos los visitantes organizaban partidos de voleibol (o vóley). Al parecer los uniformados ecuatorianos comenzaron a participar este deporte, pero debido a que no podían reunir 12 jugadores (6 por equipo), como reza la normativa del vóley, redujeron el número a tres por agrupación.

En abril y mayo pasado, en Ambato se jugó el primer Campeonato Nacional de Ecuavóley, organizado por la Federación de Ligas Deportivas Barriales de Tungurahua (Fedeprobat). La actividad reunió equipos de nueve provincias.

El equipo ganador fue Celestial de Pichincha. Su figura, Rubén Darío Vélez Valencia (20), de Carmen-Manabí, contó que el deporte comenzó a practicar hace tres años, porque desde niño observaba en varios puntos de su provincia como se reunían gran número de personas. Explicó que la disciplina “ayuda a unir a los pueblos, ya que por su juego fue invitado a ser parte del equipo de ecuavóley de Fedeprobat con el cual también obtuvo el Campeonato Nacional Sub 20 en el 2017 y 2018”.

Otra de las figuras del ecuavóley que existen en el país es el jugador del Corazón Pangua-Cotopaxi, Alejandro Salguero (26), quien obtuvo el vicecampeonato con el equipo Manantiales de Pishilata. “Siempre desde niño veía a mi papá que jugaba y aprendí, porque en mi pueblo siempre jugaban”, apuntó y agregó que la disciplina le ha permitido cosechar amistades en varias canchas del país, ya que en casi todos los lugares del país se practica el ecuavóley. (I)

 

 

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