DUELO AFECTIVO / Dr. Guillermo Bastidas Tello

Columnistas, Opinión

El duelo es un proceso de desequilibrio emocional después de una pérdida del sujeto amado o deseado, durante el cual diversas emociones luchan entre sí.

El proceso incluye etapas del duelo afectivo diferentes que pueden explicarse separadamente pero que no se presentan de un modo general.

Pueden fingir y mezclarse los sentimientos, puede haber días mejores o peores, y, a veces, lo que creías haber superado se vuelve a sentir con intensidad y te hace sufrir.

En determinado momento sueles sentir rabia crónica y progresiva aquello podría indicar que estas luchando contra la tristeza y sientes trabarte en la tristeza y la depresión.

Es la primera etapa puedes experimentar una sensación de paralización, desorientación e incredulidad. La vida se detiene y la atención se concentra obsesivamente en la pérdida sentimental. Se bloquean tus emociones y se te hace difícil cumplir eficientemente en las tareas diarias.

Te cuesta conciliar el sueño, no puedes dormir, tienes pesadillas y pierdes el apetito. La etapa puede durar un día o un mes, pero no mucho más. Puede venir acompañada de síntomas físicos de ansiedad, angustia, crisis de pánico, falta de aire y cansancio extremo.

Luego viene la negación que te conlleva a la incapacidad de aceptar que la relación ha terminado, muy parecido a cuando se vive la muerte de un ser querido. Hay personas que se estancan en esta etapa durante años, con la esperanza de que vuelva la persona que se fue.

Posteriormente se presenta un sentimiento de vacío, como si faltara una parte de uno mismo. Este sentimiento impulsa a muchas personas a correr hacia otra relación, lo cual no es algo muy saludable para la curación, aunque sí comprensible. Otros viven la experiencia de la tristeza acudiendo a atajos como la actividad frenética, drogas y alcohol o promiscuidad sexual.

Luego comienzas a pensar sobre qué fue lo que falló, buscas culpables o culpabilizas al otro; piensas compulsivamente sobre qué se pudo hacer diferente para que perdure la relación.

El gordito o la gatita se convierten en el panzón o la rata de alcantarilla.

Estimado lector, en el duelo afectivo todo puede pasar, pero debes entender que de pronto si una relación se terminó, pues se terminó y punto, busca nuevas oportunidades de crecer, no necesariamente corras a los brazos de otro malagradecido, busca primero quererte a ti mismo, haz cosas que te permitan progresar, de pronto aparecerá un ángel en tu vida, o un nuevo lucifer, pero recuerda que NADA ES PARA SIEMPRE.

Deja una respuesta