Diversión y distracción en colonias vacacionales

Carrusel
Niños en situación de riesgo y vulnerabilidad distraen sus mentes en estos talleres vacacionales. (Foto El Heraldo)

El Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) a través del área de Erradicación del Trabajo Infantil (ETI), mantiene el programa “colonias vacacionales” en Ambato, Baños y Pelileo.

Al momento participan 960 niños y adolescentes, usuarios de los servicios de protección especial. 

Martha Freire, técnica de área del MIES, señaló que las colonias vacacionales forman parte de una estrategia de contención dirigida a proteger y restituir sus derechos a esta población que se encuentra en condiciones de riesgo y vulnerabilidad a causa de la mendicidad y la movilidad humana. 

Además de compartir diversas actividades de aprendizaje y diversión, y evitar largas jornadas de trabajo junto a los padres y madres de familia.

En Tungurahua, el programa de Erradicación del Trabajo Infantil (ETI), atiende a una población de 1.650 personas en situación de riesgo y se ejecuta mediante 15 convenios interinstitucionales entre el MIES, juntas parroquiales, los gobiernos provinciales y municipales. La inversión supera el millón de dólares. 

Patricio Durán, coordinador de la Zona Tres del MIES, mencionó que a pesar de la crisis sanitaria, es necesario realizar actividades de contención y prevención en torno a la mendicidad y el trabajo infantil. “En las colonias vacacionales los niñas y adolescentes realizan distintas actividades lúdicas, así como talleres de música, danza, manualidades, que les permitan desarrollar conforme a su edad y dedicar tiempo de calidad al sano entretenimiento y al aprendizaje”, dijo.

Las colonias vacacionales fueron coordinadas con los gobiernos parroquiales de: Unamuncho, Augusto N. Martínez, Atahualpa, Quisapincha, Pasa, Santa Rosa, Huachi Grande, Izamba, Chiquicha y Ulba, con quienes se mantienen convenios de atención a población en situación de mendicidad y trabajo infantil.

Estos encuentros se desarrollaron durante un mes, período que coincide con el descanso en las unidades educativas. Cada jornada de integración y esparcimiento se efectúa bajo estrictas medidas de bioseguridad, aseguramiento del distanciamiento social, mantenimiento de las unidades de atención limpias y desinfectadas. Los grupos de trabajo son de máximo 10 usuarios en horarios diferenciados, con el fin de asegurar la salud tanto de asistentes como de tutores del programa. (I)

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