Diga ¡Feliz Navidad! / Esteban Torres Cobo

La tiranía de lo políticamente correcto nos ha hecho malpensar que en estas fechas no se debe decir “Feliz Navidad” sino “felices fiestas” o “felices vacaciones”. Que estaba mal festejar estas fechas por lo que realmente se festeja: la natividad, el alumbramiento de Jesús de Nazaret. El más vivo de los ejemplos norteamericanos de esta tiranía ivyleague-progresista, Barack Obama, jamás deseaba a sus conciudadanos una feliz navidad. Siempre era otra cosa, lo políticamente correcto que, en teoría, no ofende a nadie.

Afortunadamente el sujeto en mención ya no es presidente y en los Estados Unidos, desde donde nos vienen todas estas modas absurdas, se ha vuelto a escuchar con fuerza la verdad. La realidad. Es que no hay por qué esconder que la Navidad es una celebración cristiana que recuerda, precisamente, un nacimiento sobre el cual se funda gran parte de la una religión. Y ningún cristiano tiene que esconder lo que cree o celebra. Menos aún avergonzarse.

Porque la corrección política, alentada desde los sectores intelectualiodes progresistas, nunca tuvo como sustento más que prejuicios contra lo normal y lo natural. Ordenó un tiempo, por ejemplo, a que decir negro y no afroamericano o afroecuatoriano, se crea como una ofensa. Cuando no lo era y cuando los propios negros pedían que se los llame negros. La corrección política también es la culpable de que se maltrate al español y se diga todes o amigxos. O que en la Constitución de Montecristi inexplicablemente se utilice el todas y todos en cada artículo. La corrección política auspiciada por políticos es que la sacó los crucifijos de las escuelas ecuatorianas o la que propició entidades tan inservibles como la “Secretaría Intergénero” o la eliminación del lenguaje español como lengua vía en en ciertas comunidades de España.

Así que no se deje llevar por modas, salvo las de las pijamas navideñas. Se dice ¡Feliz Navidad! Con alegría, orgullo y esperanza. (O)