Día de la Madre, tradición en confinamiento

Interculturalidad
El Día de la Madre no se deja ni se dejará de celebrar, ya que es el homenaje al ser más sublime sobre la faz de la tierra.  (Foto El Heraldo) 

Por segundo año consecutivo, en Ecuador, el Día de la Madre, fiesta tradicional que perdurará en el tiempo, se lo celebra en confinamiento domiciliario por la nueva ola de la pandemia del coronavirus.

Según la historia, su celebración fue con el propósito de rendir homenaje a esa mujer tan especial y valiosa en nuestras vidas, quien nos ayuda, día a día, sin esperar nada a cambio, brindando todo su amor.

Se remonta a la Grecia Antigua, donde se rendían honores a Rea, la madre de los dioses Poseidón, Hades y Zeus. También se rendía tributo a Cibeles, diosa de la madre tierra y símbolo de la fertilidad.

En países latinoamericanos como en el Ecuador, donde la fe católica es latente, esta celebración venera a la Virgen María, madre de Jesucristo, pero existe una celebración no religiosa, de que data de Estados Unidos, cuando el 10 de mayo de 1908, la activista Ana María Jarvis trató de conmemorar el fallecimiento de su progenitora, Ann Reeves, estableciendo una fecha para recordar no solo a la suya, sino a todas las madres del país.

Jarvis logró que se festejara el primer Día de la Madre en una Iglesia Metódica de Grafton y la celebración se fue extendiendo por todo el territorio estadounidense y por el mundo, a tal punto que el presidente de Estados Unidos, Woodrow Wilson, en 1914, declaró que el Día de la Madre se celebre cada segundo domingo de mayo, tradición adoptada por otros países que permanece hasta la actualidad como una de las fechas más importantes del calendario.

En nuestro país hay madres y abuelas que hoy no pueden abrazar a sus hijos y nietos, otras lo hacen en la intimidad de su hogar con su familia, pero la tradición está latente a pesar de las circunstancias que atraviesa el mundo.  (I)

Deja una respuesta