Despegar… / Andrea Manjarrez Ocaña

Columnistas, Opinión

Escuche decir por ahí que viajar era medicina para el alma, que lograba que te encuentres, que disfrutes de ti, al conocer otra cultura aprendes y entiendes la diversidad de ideologías, creencias, gustos y sabores decían, claro que es así.

La vida se hizo para vivirla, disfrutarla, aprender de ella, caerse, levantarse, equivocarse y acertar; comprenderla siempre ha sido un verdadero misterio, pero que más da si solo hay una y en esa una, debes reír a carcajadas, pero también es necesario llorar para sentir que estás vivo, que todo se rompe en tu corazón y se une de nuevo con tan solo viajar, tomar una maleta mochilera y decidir irte sin mirar atrás, unos días, meses, años, lo que gustes, lo que sientas, lo que quieras o necesites, hace unos días he visto a mi alrededor, almas libres que no pensaron dos veces cuando tomaron la decisión, de volar por el mundo, de vivir a flor de piel,   increíble pero cierto es el momento donde solo piensas en ti y para ti sin importar las consecuencias, lo que se queda atrás, ya sea por vacaciones, estudios, trabajo, los recuerdos y experiencias que acumulas son irreemplazables, las personas que conoces en el camino, la mano amiga del foráneo que te recibe con los brazos abiertos, que te permite entender, conocer y apreciar sus lugares turísticos, cada maravilla natural que visitas, cada espacio de su país o lugar de origen del que se sienten orgullosos, la diferencia de acento nos divierte y encanta, las jergas nos permite descubrir  la biodiversidad cultural maravillosa.

Así que no lo dudes más, toma lo necesario, despídete de tus seres queridos, pues ese hasta pronto seras el más satisfactorio, pues no hay nada mejor que esa sensación entre curiosidad, temor y emoción que se siente al Despegar… (O)

 

 

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