Depredadores furtivos / Kléver Silva Zaldumbide

Columnistas, Opinión



Mientras el Programa Mundial de Alimentación reporta que, por cada día 8.5000 niños mueren de desnutrición, un alto porcentaje, vive con menos de un dólar diario… ¿qué tipo de papel protagónico le merece al pueblo, lúcido, honrado y trabajador, que sólo resulta ser un frustrado espectador que ve con impotencia, o quizás ni siquiera pueda ver, irse de las manos el país y sus riquezas en depredadoras y furtivas manos de algunos políticos de turno que con egoísmo, vanagloria, con el deseo de obtener fama, popularidad, atención y la aprobación de los demás, con venenosas mentiras de insolentes discursos, con un pobre y precario porvenir político que solo evidencia sus mezquinos intereses personales y grupales (¡quizás por ello eligieron ser políticos!), enredados en su mediocridad y en sus errores, carentes de moral y del verdadero sentido de humanidad, compiten a… ¡quien llega a tener más dinero! para ostentar y así tratar de sentir esa palabra que nunca la rozarán siquiera y que se llama felicidad?

Aunque los conciertos de multimillonarias estrellas del pop no parece ser la vía más indicada para transmitir la complejidad de las causas de la pobreza, pero se dan conciertos con cientos de artistas, millones de espectadores, miles de millones de televidentes y un mensaje: exigir a los líderes del G-8 que cumplan los objetivos del milenio y reduzcan eficazmente la miseria en el mundo, lograr que esos ocho hombres, en esa habitación, detengan la muerte de decenas de miles de niños cada día por la pobreza extrema». Pero ellos aducen que no sirve de nada dar dinero a las autoridades de éstos países, ya que nunca llega al destino requerido y al contrario son malversados.

La inestabilidad de los regímenes, la corrompida fragilidad de las instituciones, la sinvergüenza intención del actual político nos hace ver hacia qué confuso y caótico rumbo conducen a nuestro país. ¿Cómo es posible que elijamos a personas que no tengan estudios superiores de realidad nacional, de diplomacia, de derecho? Que nuestra Presidencia, Asamblea, puestos regionales y seccionales se infesten de oportunistas que, por no tener trabajo, ni oficio ni benéfico, se dedican a buscar sus espacios para tener poder y “sacar tajada”.  

Quizás nunca leyeron este pensamiento anónimo: “No digas Padre, si cada día no te portas como su hijo, no digas nuestro, si vives aislado en tu egoísmo, no digas que estás en los cielos, si sólo piensas en las cosas de la Tierra, no digas santificado sea tu nombre, si no lo bendices ni lo honras, no digas venga a nosotros tu reino, si lo confundes con el éxito material, no digas hágase tu voluntad, si no la aceptas cuando es dolorosa, no digas danos hoy nuestro, si no te preocupas por la gente con hambre, sin educación, sin vivienda, sin ropa, sin amor, no digas perdona nuestras ofensas, si aún guardas rencor y no has decidido perdonar a quienes te han ofendido, no digas no nos dejes caer en tentación, si deseas continuar con tus vicios, no digas líbranos del mal si no combates la injusticia y la violencia que causa, no digas amen si sólo repites como loro la oración y no la vives”.

Las noticias evidencian que día a día sigue creciendo la población de personas que quieren “trascender” y entran a la política para poder delinquir y hacerse ricos de la noche a la mañana. Esa delgada línea entre la insensatez de su falso pensamiento político y el ser humano en estado salvaje, unos perfectos depredadores furtivos. (O)

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