Definir el destino de la Patria / Edison Narváez Z.

Columnistas, Opinión

En medio de la crisis sanitaria y al calor de la campaña política, finalmente llegó el día de elegir no un presidente, realmente lo que está en juego es el destino de la patria, sí ese destino que nos devuelva la confianza y nos traiga el bienestar a los ecuatorianos.

Estimados lectores nuestro voto ayuda a reconstruir la patria, el voto nulo consiente para que otros resuelvan quien dirigirá al Ecuador, pero no exime de responsabilidad frente al destino que asuma el país.

Hemos tenido el tiempo suficiente para poder discernir y razonar nuestro voto, para no votar emocionalmente por un baratillo de promesas ofertadas por seudo líderes que se aprovechan de la angustia del pueblo por conseguir vacuna y empleo. Esta vez debemos votar por un demócrata que una al país, que nos permita opinar y criticar; que después que termine su período salga por la puerta y no huya antes de enfrentar a la justicia.

Los finalistas Arauz y Lasso son dos candidatos diferentes en lo político y en lo económico por tanto votar nulo no es entendible, mas allá de que sea una opción, sin embargo, no aporta en nada al futuro del país.

La dimensión económica que plantean los finalistas tiene marcadas diferencias: El Populista Arauz, es un convencido de que el estado debe tener participación directa en la economía nacional, y desnuda algunas triquiñuelas monetarias, expandir el gasto publico tomando dinero del Banco Central (dinero que es de los depositantes y empresas públicas); generar alucinada liquidez transformando al Central en un banco comercial que capte y coloque recursos, e intentar emisión monetaria vía dinero electrónico para financiar el déficit fiscal.

El presidenciable Lasso entiende que el sector privado es el motor que mueve la economía, plantea un estado pequeño eliminando gastos improductivos. Cree en propuestas profundas, no coyunturales, más allá de que el país por ahora necesita soluciones inmediatas.

Arauz manifiesta que creará empleos mediante la transformación de la matriz energética del país, herencia de Correa que nunca terminó de funcionar porque el Ecuador aún depende de un recurso tan volátil como es el petróleo, cuyo precio ciertamente no lo controla el país. Lasso manifiesta que es imperativa una reforma laboral para crear nuevos mecanismos de contratación, estableciendo incentivos al sector privado como la deducción de impuestos para la contratación de grupos vulnerables, seguro de desempleo y flexibilización en la contratación laboral. Requiere apoyo del Legislativo.

Arauz propone fortalecer la banca pública, una banca históricamente ineficiente y servil a los intereses políticos. Lasso propone el ingreso de la banca internacional para fomentar la libre competencia en el mercado financiero, lo cual supone por un lado una tendencia descendente de las tasas de interés, que reactivará al sector empresarial; y por otro lado el ingreso de inversión local y extranjera en beneficio de la generación de empleo. Por tanto, votar nulo…. No justifica, está en juego el destino de la Patria. (O)

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