¡De nuestras manos ya pasó…! / Mirian Delgado Palma

Columnistas, Opinión

En forma irresponsable e irracional los Asambleístas del gobierno pasado, desde luego con algunas excepciones aprobaron sin ningún reparo y sin prever las consecuencias que a corto y mediano plazos repercutirán en la estabilidad económica y social del Ecuador. Lamentablemente, estas desatinadas decisiones con aroma a demagogia y matices politiqueros constituyen una piedra en el zapato para el gobierno del presidente Lasso, que hoy le toca asumir tamaña “torpeza “de quienes aprobaron las reformas a la “Ley Orgánica de Educación Intercultural” (LOEI). Con toda seguridad el lema de estos irracionales fue ¡de nuestras manos ya pasó…!

Han transcurrido tres semanas desde que los maestros iniciaron una huelga de hambre a nombre de la Unión Nacional de Educadores (UNE) con el propósito de reclamar a la Corte Constitucional ratificar la aplicación de la LOEI. Con esta medida de hecho supuestamente pretenden sensibilizar a las máximas autoridades del gobierno a fin de que se ejecute la Ley. Me pregunto, por qué no lo hicieron en su oportunidad con el gobierno anterior. En el gobierno de Correa se les chorreaba los pantalones y se les caían las polleras para realizar paralizaciones, protestas y huelgas de hambre en busca de sus reivindicaciones…

Ahora están tan afinados, gallitos y desafiantes exigiendo al presidente Lasso levante la varita mágica y haga milagros, que multiplique los panes y los peces, como si fuera un profeta o tuviese Poder Divino. ¡Qué insensatez! Para entrar y validar reformas en las diferentes áreas del quehacer nacional, es imprescindible en gobiernos pequeños o grandes la aplicación del primer paso del proceso administrativo “la planificación” respaldada con un presupuesto aprobado que sustente los egresos económicos planificados y previamente financiados.

Todos los ecuatorianos estamos conscientes de la realidad de nuestro país y las condiciones en las que asumió la gobernabilidad el actual presidente. Es verdad que la educación es el eje principal para el desarrollo del país, igualmente lo es el sector de la salud que requiere una atención preferencial, porque sin salud no habrá jamás reactivación económica y consecuentemente el gobierno no tendrá liquidez para que atienda los intereses del pueblo y la Nación.

Por otra parte, hay que recordarles a los maestros que durante la pandemia los padres de familia han sido directamente los maestros del proceso enseñanza-aprendizaje, los tutores de sus hijos que, junto con ellos, como un alumno más han dejado de lado sus actividades cotidianas, para ayudar a sus hijos.  No es lo mismo estar en pantalla, que estar físicamente junto al estudiante tratando de afirmar el conocimiento. ¡Y qué remuneración ellos perciben! ¿Acaso las remuneraciones de los maestros no son decentes?

Los maestros deben saber que su labor es un apostolado, que en su pensamiento y corazón debe vibrar aquella vocación de soldados de la cultura que se atrincheran en los campos de los saberes, de la superación y de la perfección; y, por lo mismo, debe primeramente modelarse para poder modelar, porque en sus manos está la formación de la sociedad y con ella la formación de la Patria. (O)

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