Controlar la economía / Edison Narváez Z.

Columnistas, Opinión

Intentar controlar la economía es lo que siempre han pretendido los economistas, de hecho desde hace muchas décadas se han generado modelos económicos para explicar la realidad del mercado y combatir dos problemas fundamentales que han azotado a los pueblos: Inflación y Desempleo.

El mundo ha transitado desde una economía planificada que ignoró al libre mercado y definía las variables económicas desde el estado y que afortunadamente desapareció con la Perestroika; hasta aquellas teorías deslindadas del capitalismo y que básicamente son la liberal y la Keynesiana.
Todos los economistas más importantes de la historia Karl Marks, Carl Menger, Milton Friedman. John Keynes, todos intentaron explicar el comportamiento de la economía a través de modelos matemáticos; sin embargo todos en su momento no llenaron las expectativas del “ciudadano de a pie”, ni han prevenido las crisis económicas desarrolladas a lo largo de la historia.

La Escuela Austríaca promotora del liberalismo económico fue concluyente al manifestar que el mercado es más eficiente que el estado y que el valor de los bienes va más allá de su costo de producción, es decir el valor de un bien está determinado por el valor subjetivo que las personas hacen del producto. La Economía se regula por sí misma en función de la oferta y demanda.

Mientras el estado es ineficiente en la administración de los recursos públicos, existe una mano invisible que regula el mercado (Adam Smith).
Se han vertido varios mecanismos para controlar la economía: Los tipos de interés que permiten a los Bancos Centrales prestar a los Bancos Privados y estos a su vez prestar a la gente a “bajas tasas de interés” para reactivar la economía. La teoría monetaria (Neoliberalismo) enfocada en la tasa de crecimiento de la oferta monetaria (política monetaria expansiva) como instrumento para crear demanda; aumentar los impuestos al consumo y reducir los impuestos a la producción; además del establecimiento de un modelo de flexibilización laboral que regulaba los derechos laborales; todo esto en función de limitar el papel del estado en la economía e impulsar la privatización de los diferentes sectores.

Sin embargo el desempleo y la inflación no han podido entenderse, el “Ciudadano de a pié” continúa enfrentando estos dos grandes problemas; más aún en esta última década la revolución ciudadana experimento la receta Keynesiana que manifiesta que la variable fundamental que combate el desempleo y la inflación es la Demanda Global; es decir la estimulación del consumo y el incremento del gasto público, sin embargo lo que se generó es un déficit fiscal y una descomunal deuda externa; concomitante con ello se ha concebido la deflación que parece que si puede coexistir con el desempleo.

Todos los grandes pensadores de la economía han difundido diversas metodologías de política económica, todas en su momento significaron buenas recetas para el desarrollo económico; lo que no se encuentra en ninguna teoría económica es la corrupción y el robo desmedido; entonces el problema de controlar la economía no está en la aplicación de modelos económicos, el problema se encuentra en la cultura corrupta de la gente que llega a gobernar. (O)

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