Comparaciones imposibles / Jaime Guevara Sánchez

 

Durante la campaña por la Consulta Popular se dijeron cosas y cosas, opiniones de todos los colores, cada cual jalando el agua a su molino, por el Sí o por el No.  En el calor de la contienda, se conocieron datos  realmente sorprendentes. Ejemplo,   Alianza País  había recibido 18.000.000 de dólares del Fondo Partidario Permanente, todo   legalmente justificado. “Dieciocho millones”  mencionados con una naturalidad, con una frialdad,  como si Juan Pueblo hablara sobre el costo del  pasaje en bus urbano. Los dirigentes políticos mencionan esas montañas de dinero del estado como un realidad fiscal  que continuará vigente porque la ley fue aprobada por todos ellos, tirios y troyanos.

Para los comunes mortales, pobres, sin trabajo,  conocer cantidades millonarias de dinero entregados “legalmente” a partidos y movimientos políticos de acuerdo con los resultados electorales, es una injuria descomunal. Como entender el escenario,  frente a declaraciones desesperadas del gobierno sobre diez mil millones de dólares anuales necesarios para cubrir el pago de la multimillonaria deuda externa.

Investigado el tema, encuentro que existen países cuyos tres poderes  jamás aprobarían   una ley que  faculte a partidos políticos el apoderamiento “legal” de fondos públicos como ocurre en Ecuador.

A continuación, unos cuantos  botones de muestra,  ejemplos envidiables, tomados del libro Hablando Francamente (Plain Speakin) de Merle Miller, periodista del New York Times, biografía oral de Harry S. Truman, presidente de Estados Unidos.

El presidente Truman  opina que la nueva Corte de Justicia de  Kansas, debe ser una construcción  imponente por su belleza. Decide, entonces, recorrer cuarenta mil kilómetros observando cortes de justicia en varios estados. Se enamora de la Corte de Shreveport, Louisiana  y contrata con el   arquitecto  Edward F. Neild.

El periodista pregunta al presidente Truman: “¿Quién pagó por su viaje a Shreveport? El presidente Truman contesta: “Yo pagué. No había nada en el presupuesto que disponga dinero para pagar  el viaje. Sentí que era necesario, seguí con mi idea y lo hice. Dondequiera que había una corte me detuve a mirarla…  Cuando estás gastando dinero de los contribuyentes, tienes que tener sentido de responsabilidad…En  política, ningún hombre puede hacerse rico a menos que sea un pillo.”

Presidente, ¿Cómo definiría a un político?

“Un político es un hombre que comprende lo que es un gobierno libre. Esa es toda la definición que existe. Cuando él entiende un gobierno libre, él es un político. Si  no lo entiende, entonces no es más que un votante cualquiera no afiliado a  partido alguno.”

Presidente, cuando usted fue candidato a senador ¿cuánto dinero gastó?

“Dinero, lo que se dice dinero, yo no tenía nada. Enviamos cartas al pueblo diciéndole  que si me querían ver en el Senado, deberían enviarme un dólar por cabeza.  Logré reunir ocho mil dólares… y gané la elección de Senador.”

“Todo lo ocurrido me ha convencido que no es el dinero el que gana las elecciones; aunque conozco que en algunas ocasiones   influyó…….” (O)