Colada de capulí en honor a la Pachamana
La cosecha del capulí está en su apogeo en la Región Central de país siendo el principal producto para la elaboración de la bebida ancestral conocida como ‘jucho’.
Pedro Aucatoma, dirigente comunitario, informó que el ‘jucho’ es una colada de dulce tradicional en el Callejón Interandino y está estrechamente ligado con el ritual del ‘Pawkar Raymi’, época del florecimiento en las comunidades indígenas y se realiza como agradecimiento a la ‘Pachamama’ (madre tierra) por los alimentos recibidos.
El término kichwa ‘jucho’ significa colada en español. Se prepara con capulíes y duraznos enteros en almíbar mezclado con almidón de maíz y de yuca para obtener una consistencia espesa. Es considerado como un alimento sagrado por su tonalidad morada, la forma de los capulíes similar a la de los ovarios es considerado como un símbolo de la fertilidad femenina.
El capulí es una planta especial en los indígenas, ya que está estrechamente relacionada con la energía y los augurios para el nuevo año andino. Esta fruta crece entre los 1.200 y 3.400 metros de altitud y puede llegar a medir hasta 15 metros de altura con un frondoso árbol que produce el fruto una vez al año.
Cuando en un racimo de capulíes se cuentan más de siete frutos significa que el nuevo ciclo será abundante y próspero, pero cuando hay menos, es señal de que habrá escasez y dificultades en las cosechas. En las comunidades indígenas, las familias cosechan este fruto, la recolección se convierte en todo un ritual festivo.
El ‘jucho’ se consume en todas las provincias de la zona andina como: Tungurahua, Cotopaxi y Bolívar. En la actualidad la preparación evolucionó y se le agrega frutas como el durazno, fresa y frutillas. Originalmente se realizaba únicamente con capulí, harina, panela y canela. El capulí maduro se cocina entre 15 a 20 minutos, luego se agrega la harina de maíz o de trigo, la panela y especias dulces. Finalmente si desea se añade el durazno o frutilla. (I)
