Censura a la discapacidad / Fabricio Dávila Espinoza

Columnistas, Opinión

Un nuevo episodio de la sombría política ecuatoriana fue editado con la censura y destitución del presidente del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS), el Sr. Christian Cruz. La acusación fue por incumplimiento de funciones y obtención de un carné de discapacidad de manera fraudulenta.

El CPCCS surgió a partir de la Constitución del 2008, como una entidad autónoma, adscrita a la Función de Transparencia y Control Social, para promover el ejercicio de los derechos de participación y control social; la lucha contra la corrupción; la transparencia y la designación u organización de procesos de nombramiento de las autoridades según la Constitución y la Ley. En el papel lo objetivos son insuperables, en la praxis están muy lejos de cumplirse.

Inicialmente, los consejeros eran nombrados por medio de un concurso de méritos y oposición, modalidad que fue cambiada gracias a la consulta popular del 4 de febrero de 2018. Con este nuevo formato, el 13 de junio de 2019, recibieron su encargo los que aún quedan de los actuales consejeros, en unas elecciones fallidas, puesto que los aspirantes tenían prohibición de realizar campaña para dar a conocer su candidatura.

José Carlos Tuárez, fue el primer presidente en la nueva era del CPCCS, pero también fue el primero en ser destituido, casi sin haber usado el sillón presidencial, apenas dos meses después de iniciar su mandato. Tras este bochornoso evento asumió la presidencia Christian Cruz, el 20 de agosto de 2019. El primer discurso que pronunció auguraba esperanza: “esta es una oportunidad histórica que tenemos de unirnos, de liderar cambios profundos y en función de eso de trabajar…” Todo fue un espejismo.

Por segunda vez somos testigos del despido del presidente del máximo organismo de control social, acusado de incumplir funciones y haber obtenido dudosamente un carné con 81 % de discapacidad. El “discapacitado” afirma ser persona vulnerable por su condición y víctima de los asambleístas: “soy un hombre honesto que ha luchado por la transparencia”. Al final la aplastante mayoría lo censuró. En su reemplazo aparece Sofía Almeida.

El período presidencial poscorreísta está resultando inédito, a la fecha estrenamos cuatro segundos mandatarios del país y tres presidentes del CPCCS, además varios asambleístas destituidos o prófugos. Seguramente en la recta final de este gobierno no dejará de haber sorpresas. (O)

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