Baños extraordinario y mágico centro para el turismo / Dr. Milton Reyes F.

Columnistas, Opinión

Con marcados pasos hacia el futuro, Baños de Agua Santa, cuya atracción especial es el turismo, llega alborosado a sus setenta y cinco años de vida cantonal, convertido en un mágico centro de turismo internacional.

Describir a esta ciudad balneario con tanta belleza natural; de lindos paisajes y atractivos lugares de diversión y esparcimiento, no es cosa fácil. Baños es un floreciente balneario termal situado al pie del imponente volcán Tungurahua, sobre una planicie al lado derecho del río Pastaza, cuyas aguas descienden de la meseta central del callejón interandino y se precipitan al Oriente entre cañones y gargantas de piedra aprisionado por doquier.

En este prodigioso boliche de maravillas, Baños es un lugar turístico por excelencia, debido a la gran variedad de aguas termales y minerales que brotan por doquier; por su exuberante vegetación; por su clima benigno y saludable; por los singulares encantos que le ha brindado la naturaleza. Aquí en Baños todo es divino y de ensueño el alma se estremece,el espíritu se sobrecoge y absorto queda entre la prodigiosa magnitud del medio ambiente; lleno de montes, laderas y picachos, transformado en emblemático paisaje que es el lujo y atracción de todos los que aquí habitamos. A este bello escenario llegan centenares de visitantes de todo el Ecuador y muchos países del mundo, que al pisar su suelo se han quedado maravillados de sus poderosos encantos.

En el mes de junio de 1.966 llegaron a Baños sesenta obispos y presbíteros y forman parte de la I. Conferencia Episcopal Latinoamericana. Al regresar a sus países y a sus diócesis, contaron que regresan del Ecuador visitando un famoso santuario y un balneario maravilloso y mágico tildado por propios y extraños, como un “Pedacito de Cielo”.

Además, Baños sobresale por tener un patrimonio cultural-religioso que es la basílica semigótica, donde se rinde culto a la Virgen María, conocida como Nuestra Señora del Rosario de Agua Santa, que acoge a sus pies a innumerable romeriantes que llegan a pedir muchos favores.

Por todo lo descrito y con sobra de merecimientos, es menester que el Ministerio de Turismo declare a Baños “PUEBLO MAGICO” y la Dirección Nacional del Medio Ambiente, declare a la garganta del Pastaza que pasa por Baños, como “Monumento Geológico Nacional”. Pensamos que para hacer realidad estos hechos, falta el empuje y el tesón de la actual administración municipal. (O)

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