AMBATO TIERRITA LINDA

Editoriales, Opinión

Edison Narváez Z

 

En los últimos años Ambato ha ido reemplazando sus verdes colinas por modernas urbanizaciones, sus espacios de convergencia por el amontonamiento de vehículos, los vínculos humanos por gente apresurada y consumista. Ambato se ha enrumbado hacia cambios importantes en cuanto a tamaño, crecimiento, distribución y estructura de su población; de hecho, la ciudad ha superado los 350.000 habitantes, y se ha constituido en el principal polo de desarrollo del centro del país.
Sin duda estos cambios han permitido que nuestra ciudad experimente un crecimiento económico aunque ciertamente desordenado y que nos guste o no, responde al progreso de un mundo dinámico y globalizado.
Ambato es una ciudad de tradiciones, y los ambateños somos querendones a las mismas, el pan de Ambato, la colada morada, las gallinas de Pinllo, el clásico del fútbol Técnico – Macará, el carnaval sin agua…. y tantas otras tradiciones que nos identifican y nos hacen sentir orgullosos de ésta bendita tierra, y que nos permite gritar a viva vos ¡Ambato Tierrita Linda!
Ciertamente, el desarrollo también ha dado paso al aparecimiento de la superficialidad, la desidia y los antivalores de ciertos sectores que eventualmente pueden provocar el crecimiento de la indiferencia con la ciudad y, la falta de amor por Ambato.
Evidentemente la gente asume el derecho de exigir todo lo que no tiene, pero en ocasiones no cumple sus deberes de ciudadanos; de esto se desprende que la misma agresión contra Ambato la comete el comerciante ambulante que bota desperdicios en la calle, como la persona que arroja papeles por la ventana de su auto a la vía pública.
Estimados Ambateños, calles, parques, y plazas son nuestras por tanto no las ensuciemos, ni permitamos que los visitantes los hagan
Es menester crear un Ambato de Nivel Superior con valores centrales de ética y moral; sin embargo, ésta es una tarea de todos los ambateños, pues ésta problemática no se resuelve con propaganda municipal ni con discursos politiqueros; es la ciudadanía misma, desde su espacio y conciencia la que debe elevar el espíritu moral y cívico de ésta hermosa ciudad, llamada con justa razón tierra de flores y frutas.
No tenemos la designación de Patrimonio Cultural de la Humanidad, tampoco tenemos el poderío económico para hacer grandes obras, pero si tenemos el coraje para levantarnos como lo hicimos después del terremoto… ¡Vamos Ambateños! Hagamos de nuestra ciudad la mas culta y limpia, la más digna y sana, que nos permita prosperar con decencia, y envejecer con dignidad; simplemente porque Ambato es la Tierrita Linda.

Deja una respuesta