Agrotóxicos / Mauricio Calle Naranjo

Columnistas, Opinión

Es responsabilidad de la ciudadanía conocer el origen de los alimentos que consume y de la modernización agroalimentaria que el país atraviesa, de esta forma se logrará tomar conciencia de las desventajas para la salud que conlleva la utilización de agrotóxicos en la producción de alimentos.

Agrocalidad en su afán de precautelar la seguridad y soberanía alimentaria del país ha publicado datos interesantes acerca de los límites máximos de residuos (LMR). El estudio fue realizado a nivel nacional entre octubre de 2013 y diciembre de 2016, con muestras de productos agrícolas como naranjilla, tomate de árbol, tomate riñón, haba, cebolla, pimiento, mora, papa, granadilla, frutilla, brócoli, aguacate, banano, etc.

Los resultados del periodo del 2013 al 2016 indican que el 11.94% de las muestras analizadas no cumplen con la normativa vigente, es decir superan el LMR. Los datos son alarmantes, la población debe realizar acciones y detener el consumo de alimentos contaminados.

En Ecuador, el uso de agrotóxicos para combatir a las plagas en la agricultura y la búsqueda de mayores rendimientos por hectárea, han ocasionado una degradación ambiental y problemas de salud, provocando de esta manera un gran porcentaje de las enfermedades crónicas.

Las ferias y mercados agroecológicos son probablemente una solución donde la población puede adquirir sus alimentos sin el miedo latente del consumo de agroquímicos. Mientras más exigente sea la demanda por lo saludable, indudablemente encontraremos más lugares que comercialicen productos limpios. La sociedad debe fomentar la agroecología y los productos orgánicos como sistemas alternativos a la producción tradicional con la finalidad de disminuir el crecimiento de ambientes alimentarios enfermos, no obedeciendo a una moda de temporada sino por la urgencia de salvaguardar la salud y consumir alimentos de calidad. “Que tu alimento sea tu medicina y que tu medicina sea tu alimento (Hipócrates)”. (O)

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