Productores tungurahuenses apuestan a Wiñana

Interculturalidad

Asociaciones y la Fundecit reciben asistencia técnica del MAG. (Foto El Heraldo)


La Asociación ‘La Amistad’ ubicada en Tisaleo se dedica a la producción de fresa y mora; mientras que la Fundación de Desarrollo Campesino Indígena del Tungurahua (Fundecit) que está en Quisapincha, produce uvilla. Estas dos asociaciones son parte del proyecto Wiñana entregan su producción a empresas como Guadaproducts.

“Están entregando volúmenes considerables, a nivel de provincia que representan el 60 o 70 por ciento del consumo nacional en todas las cadenas de supermercados”, explicó el director Distrital del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), Edisson Cobo, quien puso en marcha este proyecto.

“Estamos involucrando a otras asociaciones, pero no es requisito ser asociado. Lo importante es que los agricultores entren al tema de asociatividad, para poder cubrir calidad, frecuencia y cantidad, que es lo que buscan estas cadenas”, enfatizó.

El director afirmó que estas cadenas son una alternativa más de comercialización a las tradicionales como los mercados y redes de plazas.

“Nuestros enfoques se realizan con base en productores que cumplan con la certificación de las Buenas Prácticas Agropecuarias para que los productos lleguen a mercados internacionales. El objetivo que tenemos es llegar con mora de Castilla a Canadá”, aseguró.

Marcelo Manotoa de la Fundación de Desarrollo Campesino Indígena del Tungurahua (Fundecit), indicó que últimamente tuvieron contacto y el apoyo del MAG para comercializar este producto mediante este sistema de comercialización.

“Entregamos a empresas que tienen la posibilidad de exportar la uvilla. El cultivo de este producto no es sencillo y avanzamos en medio de algunas dificultades, porque es una planta delicada que se afecta fácilmente con las enfermedades y plagas”, agregó.

Además, resaltó que cuentan con la asistencia técnica del MAG para trabajar con insumos orgánicos para controlar la enfermedad que ha afectado últimamente, la punta morada.

Esta fundación creada desde el 2018 aglutina a aproximadamente 20 personas para el cultivo de esta fruta. “Somos un grupo que contamos con técnico para asesorar a los agricultores, buscamos la planta certificada para cultivar y no usamos químicos de alta toxicidad, por ello, el 90 por ciento orgánico el cultivo. Es complicado el cultivo de este producto que se da a una altura entre 2.400 y 2.600 metros sobre el nivel del mar”, añadió. (I)

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