¿Cómo forma el carácter las artes marciales? / Ing. Patricio Chambers M.

Columnistas, Opinión



Las Artes Marciales básicamente son sistemas de lucha que consisten en prácticas y tradiciones codificadas, bajo una organización de sus técnicas en un sistema coherente de métodos efectivos y estrategias cuyo objetivo es defenderse o vencer al oponente, partiendo siempre de aquel “vencerse a sí mismo”.

Si bien la Real Academia de la Lengua las define como un conjunto de antiguas técnicas de lucha provenientes de Extremo Oriente, hoy se practican como deporte. Cabe señalar que tal definición no incluye a sistemas de combate originados en otras latitudes y países como Grecia, Egipto, África etc. que también podrían considerarse como tales.

Existen varios estilos y Escuelas de Artes Marciales en nuestro país como en el mundo entero. En la actualidad se las practican no sólo por deporte sino también por salud, protección personal, disciplina mental, desarrollo individual y formación del carácter.

En su artículo “La formación del carácter en las artes marciales”, Pedro Bernat nos habla de que esta práctica, tal como se dio en un pasado remoto, constituye en sí un camino trascendente que nos lleva a ser más fuertes física y psicológicamente, pero por sobre todo más buenos y hasta un poco más sabios, pues siempre estas escuelas, fueron mucho más que un deporte o sistemas de defensa personal.

Formación del carácter, dice Bernat, no significa cambiar el carácter de la gente sino mejorarlo. Esto es fundamental en la educación de toda persona y el problema es que el actual sistema educativo en su mayoría no pasa de ser sino algo superficial.

De hecho, no se nos enseña a cultivar el carácter y por ello enfrentamos continuamente excesos en medio de una difícil convivencia. En un mundo tan disperso como el actual, es necesario aprender el valor de la concentración, así como de la atención para afrontar de mejor manera los problemas cotidianos.

Para ello hay que desarrollar estrategias inteligentes, ponerlas en práctica a través de las Artes Marciales a fin de saber cómo actuar ante el propio miedo o frente a cualquier amenaza externa.

El no contar con estas herramientas de vida, nos pone psicológicamente más frágiles, por lo que es indispensable desarrollar el autocontrol y el conocimiento de uno mismo, con nuestras fortalezas y debilidades para afrontar de la mejor forma posible cualquier peligro que lamentablemente hoy aparecen “a la vuelta de cada esquina“.

De ahí que nos parece de gran importancia el hecho de que muchas de estas Escuelas estén empeñadas en llevar adelante un proceso que implica un enfoque mucho más profundo de estas artes. Un proceso que sin perder la marcialidad y su condición deportiva o de salud, permita un aprendizaje muy útil para hombres y mujeres de nuestro tiempo; enseñándonos a responder eficazmente a problemas cotidianos, así como a nuestros miedos e inseguridades.

He ahí la importancia la formación del carácter y la práctica de las Artes Marciales, como ese camino que nos lleve a ser mejores humanos. (O)
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