Vigilancia en mercados / Editorial
A manera de establecer un control respectivo y oportuno en nuestra ciudad, comerciantes de ciertos mercados, se han visto en la necesidad de promover una vigilancia continua, con el fin de evitar actos de delincuencia, “gracias” a los ‘dueños de lo ajeno’, tanto al interior como exterior de un recinto comercial.
En buena hora, vendedores del Mercado Central, a través de un financiamiento en conjunto, basado en un fondo común, han invertido en la instalación de cámaras de seguridad de alta definición, colocadas en accesos del centro de abasto, corredores, planta alta y baja, reforzando así su seguridad al momento de proveer mercancías al público.
Ante los constantes hurtos, comúnmente por ‘arranchadores’ inescrupulosos, que se sustraen parte de la mercadería, han causado un temor latente en los propietarios que ofertan sus productos hacia el consumidor, siendo esto la tónica diaria, basada en el miedo, al momento de llegar a trabajar en su espacio laboral.
Pese a ser una inversión costosa, la misma, hasta cierto punto, garantizará la tranquilidad en los consumidores que acuden a este mercado. Se espera que el uso de la tecnología, de manera positiva, sea primordial en otros sitios, donde la afluencia de compradores es mayor.
Las directivas, independientemente de la plaza a la que pertenezcan, deben mantener reuniones constantes para destinar parte de los fondos en temas de seguridad, velando directamente en sus labores cotidianas y poniendo un alto a la delincuencia, acción negativa que opaca el trabajo digno de las personas. (O)
