Tres temas después de la fiesta / Mario Fernando Barona    

Columnistas, Opinión

 

  1. Hace unos días a la una de la tarde en el parque de los Quindes en Ficoa, un grupo de chicas de algún colegio -en realidad no sabría identificar de cuál- jugaban carnaval con espumante y agua a vista y paciencia de todo el mundo. El taxista que me servía sonrió y dijo: “mientras jueguen entre ellas y no agredan a otras personas, creo que está bien”. El concepto puede confundirnos y hasta hacernos dudar porque efectivamente tiene una razón bien fundada (al fin y al cabo lo que molesta es que agredan a personas ajenas que no participan del juego), sin embargo, creo que si en Ambato estamos enfrascados en eliminar de raíz el juego brusco del carnaval, el solo hecho de mostrar que hay gente que lo juega públicamente (aunque sea solo entre ellos) da pie para que otros lo hagan; en otras palabras, esa falta de control motiva a que la mala costumbre se multiplique y entonces sea muy fácil decaer en la agresión a terceros. Conclusión: Todo tipo de juego brusco en público está prohibido y debería ser sancionado. ¿Está conmigo?

 

  1. Hay que felicitar el trabajo de los Gobiernos Municipal y Provincial, además de otras entidades, que desde hace años atrás ofrecen varias alternativas culturales, artísticas y educativas durante los días de la Fiesta de la Fruta y de las Flores. Por ejemplo, “El circuito de las flores” es un simpático paseo por al menos seis Casas Museos en las que se aprecian grandes estructuras florales concebidas con motivos culturales, históricos y tradicionales de esta tierra, además de exposiciones fotográficas, plásticas y artesanales que durante cinco días (del 9 al 13 de febrero) se encontraron muy concurridas por turistas y residentes. Además de ser gratuitas, ofrecen agradables oportunidades de acercarnos vívidamente a la fiesta en su concepción cultural. No obstante, creo que sería una buena idea que las exposiciones se mantuviesen por al menos un par de días más luego de finalizada la fiesta, para que durante ella sean sobre todo los visitantes quienes las disfruten (en La Casa del Portal siempre hay largas columnas de gente esperando entrar) y quienes vivimos en Ambato poder hacerlo más tranquilamente una vez finalizada la fiesta. ¿Está de acuerdo?

 

  1. Sé de antemano que es bastante difícil, pero algo hay que hacer. Durante los días de la Fiesta todas las calles centrales sin excepción se convierten en grandes urinarios. Por donde uno pasa ha de cuidarse de no pisar los restos dejados, además de soportar los olores nauseabundos de los orines. El Municipio debería instalar todas las baterías sanitarias, de forma que no haya pretexto para hacerlo en cualquier pared, y a la par controlar que quienes infrinjan esta normativa paguen ipso facto su infracción lavando con agua y jabón el área afectada. ¿Cree que sea posible? (O)

 

 

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