¡Tiranía! / mirian Delgado Palma

Columnistas, Opinión

Si revisamos la historia con relación a los tipos de gobernabilidad, objetivamente nos relata que en todas las épocas y culturas existió la tiranía, como una de las conveniencias más crueles de gobierno ejercido sobre los pueblos para mantenerse en el poder y legitimar todo acto atentatorio contra la ley y la moral.

Al respecto, es preciso partir de ciertas acepciones semánticas que definen a la tiranía como: “Forma de gobierno en la que el gobernante tiene un poder total o absoluto, no limitado por unas leyes, especialmente cuando lo obtiene por medios ilícitos, y abusa de él”: ‘’La Tiranía es una forma de gobierno, ejercida por un tirano. Un tirano es aquella persona que con el poder que le confiere este tipo de gobierno comete todo”. Existen varias definiciones que son análogas, cuyo actor principal es la presencia del tirano en el ejercicio de la gobernabilidad.

Los tiranos, tienen características comunes en su personalidad que los identifican como tales, son: déspotas y  esclavos de sus negras pasiones; son ignorantes y su talento representa un ingenio vulgar; son sanguinarios por excelencia, y no les importa bañarse con la sangre de sus víctimas para llegar supuestamente a la gloria de sus perversas pasiones; pisotean la moral y las leyes; atropellan la conciencia y paralizan el espíritu soberano del pueblo; son extremadamente mezquinos porque les falta talento para la construcción del bien común; son considerablemente ambiciosos en todo los sentidos y sórdidos con quienes le confiaron el sagrado deber de servir a la colectividad, son vanidosos por excelencia y habidos de halagos que no merecen; son audaces y muchas veces con su audacia consiguen el éxito; rayan en la prepotencia y se solazan con la injusticia. Y así se podría definir el perfil de los tiranos que en pleno siglo XXI, y pese a los avances de la civilización, aún tenemos este tipo de gobernantes, que por desgracia el mismo pueblo los eligió, confiando en su labia y lamento por los pobres, por los desposeídos, que muy pronto los convirtieron en esclavos.

Algunos de estos tiranos como Enrique VIII, Felipe II, con sus tiranías religiosas, Adolf Hitler Máximo dirigente de la Alemania nazi. liquidó las instituciones democráticas de la república e instauró una dictadura de partido único, reprimió brutalmente toda oposición. Rosas el célebre tirano argentino que gobernó más de 20 años; García Moreno, desterrando a unos y encarcelando a otros y persiguiendo y asesinándoles a los demás. 

Actualmente, nuestros hermanos venezolanos están viviendo esta dura tiranía, ejercida por el presidente Nicolas Maduro, que no le importa el destino de su pueblo y país, que con uñas y dientes quiere perpetuarse en el poder, no le interesa el derramamiento de sangre inocente, que en forma desesperada dicen basta a tan infame gobierno que ha traído una verdadera desventura a esta patria, digna de un mejor porvenir. Ojalá se ponga fin a tan desbastadora tragedia, a través de la hermandad de los países conscientes y civilizados. Que Dios ilumine la mente y toque el corazón de los líderes hermanos; y, que se encienda la luz de la esperanza de una vida en libertad más digna y humana. No podemos ni debemos ser simples espectadores de tan doloroso episodio. 

Contra el despotismo y la tiranía existe el valor y la dignidad. (O)

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