Subsidios eternos

Editoriales, Opinión

Por: Ec. Mg. Diego Proaño C.

 

Una forma de ayudar a personas vulnerables, de distribuir rentas nacionales y redistribuir riqueza, se lo hace mediante la entrega de subsidios. Se asume que son las personas naturales las que más lo necesitan, empero también a veces las empresas requieren de esta ayuda cuando su sostenibilidad, se ve en peligro inminente y es el gobierno quien debe acudir en su ayuda temporal. El financiamiento de los subsidios, ayudas, bonos o beneficios, se obtiene de los ingresos del fisco por cobro de impuestos, naturalmente no se puede aspirar que los regímenes asignen el 100% de los tributos recaudados, hacia los subsidios, porque tienen otras obligaciones que cumplir con esa recaudación, por ejemplo pagar sueldo y salarios a funcionarios públicos, compra de bienes y servicios de consumo de las entidades públicas, construcción de obra pública, inversión pública o pago de capital e interés de deuda pública. En el caso ecuatoriano el Gobierno recaudara en este año unos 13.800 millones de usd vía impuestos, pero según Presupuesto del Estado asignara 3.500 millones en subsidios.

 

Un subsidio debe ser temporal únicamente, hasta que el beneficiario se encuentre en mejor posición financiera, entonces el Estado deba retirar su ayuda, así es lo lógico, sin embargo en nuestro país, algunos subsidios vinieron para quedarse permanentemente, de manera indefinida, han sido utilizados de forma populista y política por algunos gobernantes, para sustentar su imagen y crear un ilusionismo en los que reciben, de que es una obligación eterna del gobierno en entregarles. Muchas son las formas por las que conceden estas generosas prestaciones, exonerando impuestos, dando financiamiento barato, creando subsidios directos, becas, gratuidades y otros mecanismos por los cuales población y empresas reciben estas ayudas. Los subsidios a los combustibles, electricidad, atención de salud gratuita, educación gratuita, gas de uso doméstico, bono de desarrollo humano, vivienda, solo para citar algunos, la mayoría ya han superado fácil, la década de entrega.

 

Los subsidios per se, son necesarios siempre y cuando sean temporales, porque si se prolongan por mucho tiempo, se corre el riesgo que el receptor, se acostumbre a esta protección y reduzca sus expectativas de prosperar y crecimiento por sí solo, pierda la oportunidad de ser un ente más productivo e innovador. Si se utilizan política y clientelarmente, se puede constituir en un caldo de cultivo para que los liderazgos de políticos de turno, se vuelvan autoritarios, caudillistas, porque quien entrega el subsidio o ayuda económica, aparenta ser el salvador, el predestinado, el mesías, el clarividente de la población y eso termina cayendo en un conformismo de la sociedad y hasta en un sometimiento. Por todo esto el gobierno nacional, debe reestructurar las políticas de ayuda, para que llegue directamente a quienes más necesitan, focalizando mejor su entrega, además se vaya liberando recursos que por años se han asignado en los presupuestos del Estado, por el contrario con ellos incentivar la producción, el emprendimiento y el empleo. (O)

 

Analista económico – Asesor empresarial

 

 

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