Sobre destrucción y mutilación a la custodia de Riobamba. 1781 / PedroReino Garcés

Columnistas, Opinión


Indudablemente que una de las joyas más impresionantes que tuvo Ecuador fue la Custodia de Riobamba, cuya desaparición constituyó una de las mayores pérdidas del patrimonio de este país en donde los depredadores cunden y la impavidez es tan grave como la impunidad. Sorprenden estos datos aún dentro de instituciones que deben ser el ejemplo de preocupación y precautelación.

El caso es que semejante codiciado “monumento religioso” tuvo sus depredadores por el año de 1781, al parecer, por vinculados a la propia iglesia, según el documento que lo he ubicado en el archivo histórico de Riobamba que está bajo la custodia de la Casa de la Cultura (CCE), Núcleo de Chimborazo. La Custodia, según reza el documento, fue mutilada por un “doctor Mariano Camacho”, a quien se le remataron los bienes para su reposición. En el trámite se lee: “En la ciudad de San Francisco del Quito en 16 días del mes de Mayo de 1781 años. El señor provisor  y vicario general de este obispado, dixo que por quanto del remate celebrado de  los bienes que se embargaron al doctor don Mariano Camacho  para la reposición de varias piezas de oro, piedras preciosas y perlas extrahidas de la custodia  de la iglesia Matriz de Riobamba, por el enunciado Doctor Camacho, según enuncia la sentencia definitivamente pronunciada; resultan trecientos y tantos pesos aplicables desde luego con preferencia a las costas procesales, al reparo de dicha custodia, nueva formación de piezas y sobrepuestos consumidos, o en la mayor parte destrozados, y aseguración de las perlas y piedras separadas que deberá executarse  por uno de los plateros de más pericia y práctica en este género de obras, de suerte que se consiga el fin que se ha reflexionado…”

La disposición que queda explicada fue remitida a Riobamba desde Quito, por parte de las autoridades eclesiásticas, como se podrá ver en el encabezamiento del expediente. “Don Joseph de Cuero y Caicedo  abogado de esta Real Audiencia  prebendado de esta Santa Iglesia Cathedral Provisor y Vicario General de este obispado por el Ilustrísimo Señor Doctor Don Blas Sobrino y Minayo, dignísimo obispo de esta diócesis del Consejo de su Majestad.- al Vicario Juez Eclesiástico de la villa de San Pedro de Riobamba, salud y gracia, hacemos saber cómo en vista de autos provehimos el del thenor siguiente…” y ya hemos copiado lo pertinente. Es de suponer la existencia de otro documento que contenga la causa que se haya seguido antes de llegar a sentenciar el “remate” y se conozcan pormenores de este suceso. Lo que en el presente caso tenemos es esta constancia donde el inculpado no tiene ningún calificativo acusatorio más que el legal, con lo cual se le resta o atenúa su culpabilidad.  

Para efectos de la “reparación”, la Custodia fue remitida a Quito: “mandó se remita a esta ciudad dicha custodia  con todas las piedras preciosas, oro y perlas que se restituyeron ha solicitud y por medio de las más exactas diligencias practicadas por el Doctor don Luis de Andrade y Rada, cura y vicario de la expresada villa de Riobamba (y de las Monjas Conceptas), poniendo todas las precauciones, medios y reparos conducentes para la seguridad de la translación a esta ciudad así de dicha custodia como de las restantes piezas restituidas que constan de la memoria que obra en estos autos”.

Para que se forme una idea de lo robado transcribo  la primera parte de la explicación de los faltantes: “Primeramente en el pedestal 7  piezas de oro de a 8 perlas y un Jacinto en medio.- En dicho pedestal en una de las piezas de amatistas, le falta una amatista. En dicho asiento del pedestal falta una pieza de plata de 2 piedras amatistas el medio. Iten en la ramazón del pedestal le faltan 4 piezas, las dos grandes y las dos pequeñas. Iten en la piña de dicho pedestal le faltan 3 rubíes. Iten en el aspecto de esmeraldas faltan 2 piezas de oro con 9 esmeraldas cada una que son 2 azucenas con su joyuelita encima que según las otras que hacen igualdad se regulan dichas 9 esmeraldas en cada una. Iten en dicho asiento faltan dos remates de los corazones  esmaltados en oro. Iten en el aspecto de rubíes y diamantes faltan 2 botones de rosa con su broche de 8 brillantes y su perla gruesa en medio, según sus equivalentes. Iten en dicho aspecto faltan 3 joyuelitas con 8 rubíes y su perla en medio de cada una, con más otra joyuelita que se compone de 5 brillantes falsos y su perla en medio, según la que corresponde. Iten 2 brillantes falsos enjoyados que se notan haber estado inmediatos a la una joyita de los rubíes. Iten en la corona se nota la falta de una pieza que al parecer es el diamante grande, según su oquedad. Iten el remate de un corazoncito que corresponde ser una piecita esmaltada de oro, con más en dicho corazón en el sobrepuesto de rubíes le falta una perlita…”

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