Reverendo Padre Pablo Orbea Quinta / Edith Cabezas (Bibliotecaria de la UESANPIOX)

Columnistas, Opinión

San Pio X nuestra historia:

Es una luz diáfana escribir parte de las vivencias de la: “Semilla Espiritual” llamado Pablo Orbea. ¡Qué privilegio! es plasmar unas expresiones de cariño al Reverendo. Padre Pablo Orbea Quintana, quien fue un ser de luz, quien transmitió: paz, respeto, lealtad, honestidad…

Con su presencia inspiró e inculcó: confianza, respeto, grandes valores, a los alumnos, a su equipo de trabajo, a los padres de familia.

En su administración como Rector del Colegio San Pio X, tuvo esa tenacidad, esas ganas de sacar adelante a la institución, los señores estudiantes tuvieron el honor de tener como máxima autoridad a este ser amoroso y espiritual.
Recuerdo que a su equipo de trabajo que fuimos el personal de profesores, administrativo y de servicio. Siempre nos enseñaba que:” El Colegio San Pío X paso a paso iría creciendo. Era importante trabajar en equipo con optimismo, verdad, transparencia .El Reverendo Padre Pablo Orbea nos dio confianza y cariño que nos entregaba día a día a cada uno de los miembros del personal que laborábamos. Fue una época hermosa, su presencia fue inolvidable por su bondad, por sus ganas de vernos siempre bien a cada uno de nosotros. Supo transmitirnos mucha espiritualidad. Su carácter era severo cuando las cosas no estaban bien, pero de un gran corazón, cuando el trabajo se desarrollaba eficazmente. Nos inculcó lo que significaba ser la Familia del San Pío X, No le gustaba la individualidad.

Tenía conocimiento de varias asignaturas como matemática, inglés…, Sabía cinco idiomas, lo que le permitió tener una perspectiva más práctica de la vida, de los alumnos, de los maestros.

Disfrutamos de las pequeñas cosas que él nos entregaba como: el amor verdadero, el afecto sincero aspectos que llenaron nuestro corazón.
El Padre Pablo Orbea fue una persona sencilla, devoto de la Virgen Santísima, un ser humilde para Dios que todos quisieron imitarle.
Para finalizar estas pequeñas letras pero muy sentidas de mi corazón, debo agregar que fue una persona maravillosa, que aparte de ser el Rector, fue un amigo confidente que jamás nos falló, un gran Maestro: íntegro, bondadoso y caritativo. Su objetivo principal fue ayudar a quienes necesitan y desde luego, a mejorar la educación de quienes estudiaban en el Colegio Pío X.
Su filosofía de vida fue simple, el amor fue el concepto de su ideología y principios.

Bendigo y agradezco el tiempo que estuvo entre nosotros. (O)

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