Por qué juzgar / Patricio Arellano Abedrabbo

Columnistas, Opinión

 

 

En el ritmo acelerado en el que vivimos, una de las evidencias más claras de esto se deja ver en las reacciones casi instantáneas que tenemos al sentirnos invadidos y creernos atropellados en nuestros derechos, pero que en realidad no es así, porque la mayoría de veces lo que sentimos que nos hicieron no es exactamente lo que quisieron hacernos y lo que creemos que nos dijeron no es exactamente lo que esa persona dijo.

Una madre pobre en cierta ocasión, le entregó a su hija pequeña 2manzanas que compró en el mercado cercano para que escoja y las dos puedan comer. La hija dio un tasco a cada manzana. La mamá se enfureció por esto creyendo que era una falta de respeto, pero la niña extendió su mano con una de las manzanas y le dijo: “Toma mamita , come ésta que es la más dulce”…Carlos estaba manejando una noche su auto, cuando recogió a un muchacho que le pidió que lo lleve. Mientras iban por la carretera, comenzó a sospechar del pasajero y revisó si su cartera estaba todavía en el bolsillo de su abrigo que se encontraba en la mitad de los dos asientos. Oh sorpresa, no estaba allí! Frenó bruscamente y le dijo al pasajero que saliera del vehículo inmediatamente. Dame la cartera le dijo! El pasajero lleno de miedo le dio su cartera y se quedó en medio camino. Carlos aceleró y se marchó. Cuando llegó a su casa le contó a su esposa lo sucedido, pero ella sorprendida le interrumpió diciendo: Sabias que dejaste tu cartera aquí en casa esta mañana? Así, inconscientemente Carlos había robado la cartera del desafortunado pasajero, que ante la amenaza de Carlos, la entregó!

Estos son vivos ejemplos de lo que pasa cuando nos atrevemos a juzgar sin ningún fundamento a las personas por las simples apariencias o sospechas, siendo esto un fiel retrato de lo que puede causar o destruir a las personas, un juicio equivocado!…A diario suceden juicios de personas que son acusadas injustamente, sin encontrar pruebas claras y contundentes por lo que están siendo sometidas a la privación de su libertad, solo por sus apariencias. Esta historia se repite cada vez y cuando miramos sólo lo externo al estilo humano, en lugar de mirar lo interno el estilo divino…”Todo depende del cristal con el que se mire”…Por esto, la justicia humana dista mucho de ser justa y veraz al mirar solo con los ojos humanos y no con los ojos del corazón, haciendo pagar justos por pecadores.

Quizá para algunas personas no resulta muy convincente, pero el Manual de vida es tan claro al exhortarnos a no juzgar a las personas a simple vista y sin ningún fundamento, sólo por suposiciones o sospechas…”No juzguen para que no sean juzgados, porque con el mismo juicio con el que juzguen, serán juzgados, y con la misma medida con la que midan serán medidos” (Mateo 7:1-2)…Cuidado con juzgar apresuradamente! (O)

 

Lunes con Salud/Hacia la Salud por la Naturaleza

Deja una respuesta