Nuevo año,nuevas expectativas económicas / Ec. Mg. Diego Proaño

Columnistas, Opinión

Después de cerrar un año muy difícil, en cada ciudadano nacen nuevas expectativas en todos los ámbitos, entre ellos el económico, en el cual llevaremos nuestro día a día, por tanto las perspectivas se enfocan en lo que pasara en los hogares, las empresas y el gobierno, en cuanto a producción, empleo, salarios, pobreza, endeudamiento, inflación, entre otras cosas se refiere. En este contexto y según los supuestos económicos del mismo Banco Central del Ecuador y del Ministerio de Economía y Finanzas, el crecimiento económico para 2019 sería de 1,43%, para ello se requiere que haya mayor inversión nacional y sobre todo extranjera, poniendo más dólares en circulación en el país en el aparato productivo, se  requiere además que el régimen logre recaudar los 15.223,87 millones de usd en impuestos que constan en el Presupuesto del Estado, que el precio del barril de petróleo no baje menos de los 50,05 usd al exportar y que la producción petrolero sea de al menos 206,21 millones de barriles Si bien esta tasa de crecimiento es positiva, empero será insuficiente para reactivar la economía de Ecuador, además de que estaremos entre las naciones con crecimientos discretos en América Latina.

En el ámbito laboral la expectativa es que desde el sector privado, los empresarios, emprendedores, inversores e innovadores con una mayor dinámica en su producción y ventas, amplíen la oferta laboral para que muchos compatriotas que se encuentran entre los 332.818 desempleados o entre los 1´605.884 subempleados, puedan mejorar su estabilidad laboral y sus ingresos, al pasar al empleo adecuado con un sueldo permanente, fijo, con beneficios de ley y seguridad social. La expectativa también se centra en que los precios de los productos y servicios de primera necesidad como los alimentos, medicinas, transporte, educación, vestimenta y otras actividades familiares, no suban, como tampoco la política del gobierno sea seguir incrementando precios a los combustibles por ejemplo, al gas de uso doméstico o a los servicios básicos, con nuevas cargas a través de más impuestos, porque en definitiva en cualquiera de los casos, los hogares, seguirán perdiendo poder adquisitivo, porque sus sueldos con un mismo valor nominal,  cada vez alcanzaran para adquirir menos productos de su canasta familiar.

Por el lado gubernamental, que se optimice de mejor manera el gasto y la inversión pública, que no haya más expansión de deuda ni más cargas tributarias, que se focalicen mejor las inversiones en subsidios a quienes de verdad lo necesitan, así como una obra pública que mejore la calidad de vida de todos, no más elefantes blancos. Que de una vez por todas haga una reingeniería de la estructura del sector público, que se venda activos públicos improductivos, empresas públicas ineficientes, en resumen que se vea una verdadera austeridad del gasto público. Este año además de los problemas económicos, políticos y sociales del país, tendremos que lidiar con aspectos externos como las olas migratorias que llegan a Ecuador y buscan oportunidades laborales, la política exterior comercial que adopte los Estados Unidos, nos terminara beneficiando o perjudicando también, los cambios de modelos económicos en gobiernos amigos como el de Brasil, Chile, Colombia, Perú y México, de hecho nos complicara o ayudara a nuestras expectativas, el crecimiento económico de gigantes como China, Rusia o los países de la Unión Europea, será clave para exportar o recibir inversión extranjera y por supuesto casa adentro que nuestro gobernantes actúen más rápido con un verdadero plan de gobierno de largo alcance que dé más confianza a todos, que haya empleo, seguridad ciudadana, que se castigue a la corrupción, haya más gobernabilidad , mas crédito productivo en mejores condiciones, mas creatividad, mas equidad en toda decisión, esas son las expectativas con las que los ecuatorianos iniciamos este nuevo año. Que así sea. (O)


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