Narcotráfico y seguridad / Editorial
Según información que todavía no ha sido confirmada oficialmente, el terrorista y narcotraficante «Guacho» habría sido herido y se encontraría en estos momentos rodeado por más de 3.000 militares colombianos en la densa selva del país cafetero. Finalmente, y luego de los secuestros y asesinatos de nuestros compatriotas ecuatorianos, estaría cerca el fin del brazo terrible del frente Oliver Sinisterra y gran operador del narcotráfico entre Colombia y Ecuador.
¿Qué pasa sin embargo con la lucha contra la droga y los carteles en nuestro país? ¿Cómo es posible que se encuentre una tonelada de droga en las instalaciones de la Base de Manta? Siguen estupefactos los ecuatorianos al escuchar noticias de ese calibre de forma permanente. ¿Qué más estará pasando en nuestro territorio sin que nosotros lo sepamos?
Urge mano dura contra la delincuencia organizada y contra el tráfico de estupefacientes y es necesario, sin contemplaciones, recurrir a colaboración internacional si por nuestra cuenta no somos capaces de enfrentarlos. Existe confianza porque al menos del ministerio de la materia se encuentra un profesional capaz y respetado, pero hace falta más.
Hay que verificar incluso si las fuerzas del orden no se encuentran contaminadas de prácticas delincuenciales y penetradas por poderosos grupos narcoterroristas. No podemos permitir que nuestro país sucumba -como lo han hecho otros- a este tipo de organizaciones. (O)
