Ministro Docente / Washington Montaño Correa.

Columnistas, Opinión

 

Bueno, al fin diríamos los docentes de carrera, que se haya nombrado a un docente como ministro de educación, ya que caterva de anteriores funcionarios, no dieron pie con bola, porque de educación no sabían nada. Creyeron que era fácil dirigir al conglomerado más numeroso de funcionarios públicos y se toparon con inconvenientes graves, que han dejado una secuela de errores garrafales que tomará el doble del tiempo del que se esmeraron en hacerlo, como: unificación institucional con la masificación de estudiantes y falta de aulas y docentes; deficiente capacitación al profesorado, eliminación de la libre asociación, incumplimiento del bono jubilar, incumplimiento en la entrega total del presupuesto institucional, arrendamiento de bares sin participación de las unidades educativas y cero cuentas de ese rubro, pedido disimulado de aportes a los padres para arreglos, pintura, mantenimiento de la infraestructura, papeleo administrativo innecesario a los docentes, exceso de proyectos y estrés laboral, pésima normativa legal, injusta, inequitativa y sesgada en detrimento de los docentes, ambiguo sistema evaluativo, facilista, burocrático y ya no quiero cansarles de leer tanta tontera cometida.

Esperamos, que la nueva autoridad comience haciendo una limpieza total en la educación, comenzando por remover a las autoridades, muchos sin tener ningún mérito académico o experiencia administrativa, que ser de la Red de Maestros verde flex. ¿nombres? Fuuu, les cansaría lo extenso de la lista. Muchos ya han sentado raíces en coordinaciones zonales, distritales, unidades educativas. Considero que debe ser una vergüenza estar al frente de un grupo de maestros sin haber ganado un concurso; y, si lo hicieron, ¿Dónde está una convocatoria pública, ¿dónde están publicados los resultados, o reposa el acta de resolución de la Comisión seleccionadora respectiva? No decían que por transparencia se debía publicar todo y que la cacareada meritocracia era lo in de la revolución. Nos cuentearon largo.

Ahora se ve lo que no había: profesores sin ser docentes, dando materias medio, medio ligadas a su profesión y que entraron por la puerta populista, irresponsable y dizque equitativa, a un mundo desconocido a profanar una tarea noble y sagrada con las consecuencias que hoy pasamos. A maestros de años de las carreras técnicas del bachillerato, ya desaparecidas a ser docentes de grados inferiores, a ser “los escueleros que tanto desdeñaron” Paradojas de la vida. Profesores completando sus horas, impartiendo otras materias o encargados de inspecciones, de proyectos o en horas administrativas. ¿No decían que eso querían cambiar?      

Ojalá, este Ministro, proponga derogar el decreto ejecutivo de la reforma a la LOEI y a su Reglamento, dictado por el anterior presidente, para que existan ternas, que es más democrático, para la elección de autoridades hasta que se instauren los concursos públicos. Que se afine la administración quinquemestral, las vacaciones justas a los docentes, capacitación pedagógica, asistencia y articulación con los deces, mejor manejo del civismo institucional, calendarización para las demostraciones de proyectos por niveles y dentro de las aulas y no en ferias que causan gastos que no cubren los organizadores, pero que quedan bien a costa de los aportes de las familias y en dónde ni agua dan porque certificados, premios son conseguidos por los docentes.

Y organicen bien los desfiles: 12 de noviembre, independencia, es cívico, nada del wiskisito o Ambateñita Primorosa, que no se puede marchar y las fiestas de Ambato, es festivo, allí sí denle rienda suelta a la creatividad, la joda, píntense hombres y mujeres, bailen y diviertan al público, pero no confundan. (O)

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