Marcha campesina / Editorial

Editorial, Opinión

Desde hace mucho tiempo los agricultores buscan comercializar, en forma directa, sus productos a los consumidores de la ciudad; es una aspiración legítima que no puede ser desconocida por las autoridades y que merece atención adecuada y oportuna.

Ayer se realizó una marcha masiva de gente del campo dedicada a trabajar la tierra y producir alimentos de toda clase y de calidad, pese que las condiciones para esta actividad no son de las mejores, ya que no existe dotación de agua suficiente, la mano de obra se reduce y es costosa, los insumos necesarios tienen precios elevados. Estos agricultores son víctimas de los intermediarios.

Los productores campesinos acuden a la informalidad y a la ocupación de vías, creando serios problemas a los comerciantes formales, a la buena presentación urbana y el desaseo. La solución no está en la represión ni en el decomiso de los productos.

La solución radica en ofrecerles condiciones efectivas para facilitar el contacto directo con los compradores. Hemos expresado la conveniencia de que el Municipio construya grandes canchones en lugares cercanos a la ciudad, con cubierta, con puestos señalados, con servicios básicos de agua potable y alcantarillado y vías de acceso suficientes.

Existen amplios solares cercanos a la ciudad que debería adquirir el Municipio para dedicarlos a esta actividad informal. Claro está con catastro de los verdaderos productores, no de intermediarios. Si el campo no produce los citadinos no tendrían alimentos, expresaban los carteles. (O)

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