Los gastos y su contracción / John Tello Jara

Columnistas, Opinión

 

Con frecuencia me consultan sobre los presupuestos personales y empresariales para evitar déficits o saldos negativos, las matemáticas son exactas les digo y, no tenemos que darle vueltas al asunto, si los gastos son superiores a los ingresos, tenemos problemas, pero si estos son permanentes, es decir año tras años tenemos deudas, el futuro se presenta incierto y la posibilidad de desaparecer del mercado se hace cada vez más notoria.
Existen gastos que se los puede evitar o se los debe reducir, pero primero debemos diagnosticarlos, ¡ver donde se encuentran!, cuáles son sus rutinas de consumo y analizar los efectos que causan en la dinamia empresarial o personal. ¿Sabía usted que American Airlines dejó de poner una aceituna en las ensaladas que servía en cada uno de sus vuelos y logró ahorrar USD 40.000 dólares en el año, sin que ninguno de los pasajeros se diera cuenta de aquello?
En calidad de consumidores no nos damos cuenta de varios gastos que realizamos diariamente y que podemos evitarlos, por ejemplo, al comprar la leche para los desayunos, algunos consumidores pierden tiempo y mal gastan recursos como el combustible para su adquisición, la solución muy simple es comprar cinco o siete fundas para toda la semana (considerando que la leche es de larga duración y no necesita refrigeración), estamos ahorrando tiempo y dinero en la toma de esta simple decisión; pero el fenómeno va más allá, al ir al trabajo, para evitar el mal aliento es necesario unos “chiclecitos de menta”, al salir en el auto debemos entregar “nuestro peaje” a los muchachos que “tienen la gentileza de limpiar nuestro parabrisas una y cinco veces en las zonas de alta circulación”, además tenemos que comprar los cigarrillos por unidad, conociendo de antemano que al comprarlos por cajetillas nos sale más barato, servimos en la mesa el arroz con los acompañados sabiendo de antemano que no comen todo y que el arroz se desperdicia en un 20% en el mes, no acomodamos correctamente la materia prima y lo ubicamos por donde quiera debido a nuestra ocupaciones y por falta de tiempo, pero perdemos más tiempo todavía el momento que buscamos estos productos para iniciar la producción. Es hora de reducir costos y mejorar nuestro rendimiento, pero primero debemos buscar los gastos indebidos que se presentan en el entorno.

 

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