Lluvias y obras / Editorial

Editorial, Opinión

 

Es común que en esta temporada, las lluvias se den casi a diario. La expresión popular “abril aguas mil”, sin duda, está acertada a la realidad. Si bien es cierto que un aguacero no está demás para que se asiente el polvo del ambiente, también puede ser perjudicial para el campo de la construcción. La razón principal se da por la no entrega oportuna de la obra, a causa del fenómeno atmosférico en la zona centro del país.

En los últimos días se han visto deslizamientos en varias avenidas de la urbe ambateña, sobre todo en la Av. Manuelita Sáenz, donde el lodo, piedras, maleza, basura, entre otras cosas, se deslizan por el asfalto, ante el elevado caudal de agua, provocando el taponamiento inminente de alcantarillas, así como la afectación de la calzada con hundimientos profundos, dando como resultado un sinnúmero de baches.

Cada año esta problemática se ha mantenido; el comentario de ciertos moradores de barrios tradicionales concuerda en lo mismo, en base a los requerimientos de bacheo de calles por parte del Municipio de Ambato, algo que, hasta la fecha, no ha habido respuesta alguna; por ende, las inundaciones en estos sectores continúan.

En buena hora, los trabajos de estabilización de taludes, en resguardo de la integridad física de habitantes en zonas residenciales, han sido prioritarios; la erosión del suelo por factores climáticos en estos sitios era un peligro ante un fuerte derrumbe, por lo que se espera la culminación rápida de todas las infraestructuras en construcción frente a este temporal lluvioso y exista la predisposición de las autoridades competentes para atender los pedidos ciudadanos en otros barrios de nuestra urbe. (O)

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