Jugarretas Socialistas /Mario Fernando Barona   

Columnistas, Opinión

 

Cuando se vive del discurso simplón pero muy efectivo del populismo, no se puede debatir con un mínimo de racionalidad y altura en las ideas porque justamente esa simplicidad esconde jugarretas rapaces que constituyen su mejor ‘argumento’. Así trabaja la pseudo izquierda y el socialismo ortodoxo, de hecho, esa ha sido su mejor arma, porque, hay que reconocer que así como pintarrajean paredes en campaña de forma muy creativa, visibilizan derechos de las minorías -más minoritarias- y poetizan discursos que embelesan a las masas, en cambio sus ejecutorias en la práctica son poco menos que desastrosas. En pocas palabras, los socialistas son excelentes para teorizar (aunque para eso deban incluso contradecir sus propios discursos, como comprobaremos enseguida) pero pésimos para hacer.

Ejemplos hay por montones. Y en el caso ecuatoriano revisaremos uno de los últimos: Julian Assange, quien aún como ocupante forzoso de la embajada ecuatoriana en Londres, acaba de demandarle al Estado ecuatoriano por “amordazamiento y vulneración de derechos”. Sí, tal como lo lee, el ocupante ‘obligado’ de nuestra embajada que por seis años ha comido de nuestra mano, ahora la muerde… una vez más.

Y aunque parece chiste de mal gusto ¿qué podía esperarse de un delincuente que se dedica a robar información clasificada?; pero es esa justamente la jugarreta del discurso populista: decirle al mundo que el Ecuador ha revelado documentos reservados de su nacionalización. Increíble. El hacker experto en desclasificar documentos ocultos, famoso por develar miles de millones de bits en papeles ultra secretos de países y de particulares, ahora dice que hicieron lo mismo con los suyos. Demás está por decir que el Ecuador está en su pleno derecho de disponer cualquier intervención si, como en el caso de Assange, se violan grosera y reiteradamente las condiciones de asilo. Visto así, me pregunto si ¿el Ecuador se estaría ganando 100 años de perdón, por aquello de ladrón que roba a ladrón…?

Pero no contentos con tal nivel de ridículo diplomático, sus abogados, el izquierdista, Baltasar Garzón y el ecuatoriano Carlos Poveda han denunciado en rueda de prensa la decisión “unilateral y arbitraria” del Ecuador a la que ha sido sometido el fundador de Wikileaks. Sí, ellos, los que se rasgan las vestiduras con el discurso cansino de la soberanía y autodeterminación de los pueblos, ahora exigen que les dejen decir y hacer lo que les dé la gana en nuestra propia embajada, y lo hacen con insolencia (propio de atrevidos izquierdosos), sólo fíjese usted en el hincapié que ponen en el término “unilateral y arbitraria”, ja, como que para tomar una decisión soberana hay que preguntarle y pedirle permiso al agresor a ver si está de acuerdo. De risa, realmente.

Hay que recordar, finalmente, que el socialista Garzón, ese otrora abogado ejemplar, fue reprobado como juez en España por ordenar grabar conversaciones cliente – abogado, y ahora pretende dar lecciones de privacidad y respeto al derecho ajeno. Habrase visto. Es que si son de la izquierda radical, te la dan de entrada o de salida, pero te la dan.  (O)

 

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