Intoxicación patológica alcohol /Dr. Guillermo Bastidas Tello / Dr. Guillermo Bastidas Tello

Columnistas, Opinión

El abuso del alcohol representa un grave problema de salud a nivel mundial. El alcohol es un denominador común en muchas enfermedades mentales, así como la intoxicación y la abstinencia de esta sustancia producen cuadros similares a diferentes patologías psiquiátricas. De tal manera, el psiquiatra debe conocer los efectos del alcohol con el fin de reconocer, diagnosticar y tratar este problema.

Hay dudas sobre si existe realmente esta entidad diagnóstica y en el DSM- IV no está reconocida como categoría diagnóstica oficial. Es el síndrome conductual que se desarrolla rápidamente después de que el individuo consuma una pequeña cantidad de alcohol que, en la mayoría de las personas, tendría efectos conductuales mínimos. En la actualidad, y sobre todo en ámbitos médico- forense, se encuentra sobre diagnosticado con la finalidad de intentar reducir la imputabilidad (la gran mayoría de pacientes con conductas agresivas en estado de embriaguez no tienen una intoxicación patológica).

Algunos de los síntomas que presentan estos sujetos son confusión, desorientación, ilusiones, ideas delirantes transitorias, alucinaciones visuales, aumento de la actividad psicomotora. Estas personas pueden volverse impulsivas y agresivas y, por lo tanto, ser un peligro para los demás. También pueden aparecer ideas de suicidio. Este trastorno suele durar pocas horas, acabando con un periodo prolongado de sueño.

Estas personas cuando despiertan son incapaces de recordar el episodio.
Se desconoce la causa de este cuadro. Es más frecuente entre personas con niveles altos de ansiedad.
Hay varias hipótesis que intentan explicar el origen de este trastorno. Una de ellas se basa en que el alcohol produce una desorganización y un descontrol de impulsos suficiente como para que se libere la agresividad.

Otra postula que el daño cerebral, en especial las encefalitis y los traumatismos, predisponen a algunas personas a la intolerancia del alcohol, que puede provocar la aparición de conductas muy desadaptadas tras una mínima ingesta. Algunos de los factores predisponentes son la edad avanzada, el consumo simultáneo de sustancias sedativas o hipnóticas y la fatiga.

El tratamiento incluye la contención física para proteger al paciente de sus propios actos y a los demás, y algún antipsicótico como por ejemplo haloperidol o risperidona. (O)

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