Incidencias en la formación del precio / John Tello Jara    

Columnistas, Opinión

Siguiendo una regla general,  el precio  al que ofertamos nuestros productos en el mercado  debería constituirse por una fórmula muy simple, costos  (materia prima, insumos, mano de obra, gastos financieros, impuestos, etc.) más un porcentaje de utilidad.

Sin embargo el ansiado objetivo  para obtener un precio que satisfaga al consumidor (dependiendo de su salario) y al productor (para  recuperar la inversión) a veces sale del esquema normal debido a incidencias del mercado, por ejemplo, al solicitar un crédito, la tasa de interés varía si el empresario tiene una cuenta con ventas anuales altas, que aquel emprendedor que apenas va a ingresar al negocio y que debido a sus bajas ventas, tendrá una tasas de interés alta, aspecto que de entrada elevará el precio del producto.

 

Si es un empresario formal que cumple con todos los preceptos que  emiten los órganos competentes (permisos, impuestos, tasas) el precio será mayor que aquellos informales que no pagan o se saltan los pedidos mencionados, constituyendo un problema de índole legal pero que sin embargo aliviana el peso del desempleo y subempleo.

 

No contamos con una planificación para parcelar las tierras, situación que incide en la oferta de los productos,  a veces siembran “todos” un mismo producto porque en ese momento su precio está alto, pero después de la cosecha, este tiende a bajar por un exceso de dichos bienes; en el ámbito tecnológico se suscita el siguiente fenómeno, si adquirimos maquinaria (sea para labores agrícolas o industriales) elevamos la productividad, ocupamos menos colaboradores y el producto llega a estandarizarse con buena calidad, pudiendo bajar el precio a la vez que mantiene una utilidad aceptable para el empresario,  pero aquel que no puede obtener esta maquinaria y continua con procedimientos arcaicos va a sujetarse a elevar costos y presenta precios altos.

 

El contrabando de productos que llegan de otros países por falta de control en las fronteras, el deseo de los consumidores a usar bienes extranjeros y por supuesto la calidad, son factores que también determinan el precio y es menester analizarlos en la organización empresarial junto a políticas públicas. (O)

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