Fuerte Sequia  / Editorial

Editorial, Opinión

 

Nuestra provincia ha experimentado, a lo largo de los tiempos, dos periodos bien marcados en relación  con la época  lluviosa y la temporada de sequía.  El clima se encuentra  regido por estas dos etapas que se las siente en forma intensa, tanto el calor como el frío y la arremetida de vientos durante el día y la noche.

Durante los últimos meses la provincia soportó la intensa pluviosidad,  el aumento de los volúmenes de agua en los ríos y en las lagunas, los deslizamientos de tierra de las laderas, la afectación de los canales de riego por la destrucción de su estructura, los daños en las carreteras y en los caminos.

En la actualidad,  el  intenso periodo de  sequía con soles reverberantes, con los ríos disminuídos en sus caudales, la ausencia de lluvias, las heladas, los vientos que levantan polvaredas, los incendios forestales, la afectación a los cultivos que provoca escasez de alimentos son el panorama desolador que ha comenzado a experimentar nuestra Provincia, con mayor incidencia en los sectores agropecuarios.

Esta realidad nos lleva recordar los ofrecimientos gubernamentales para emprender en trabajos de mejoramiento y rectificación de los canales primarios de riego, que fueron construidos a principios del siglo anterior, sin la tecnología actual, por la decisión de gente visionaria, con cuyos nombres son conocidos tales canales.

Es la oportunidad para reclamar por la desatención a los trabajos indicados, así como para la construcción de grandes reservorios que almacenen las aguas lluvias en la época invernal. (O)

 

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