Estudiantes preparados ante desastres o eventualidades

Ciudad
El simulacro inicia con la sirena que da la orden de evacuación y el estudiante designado debe llevar el botiquín y la lista de integrantes. (Foto El Heraldo)

El primer simulacro del año lectivo 2018-2019 se cumplió en 272 instituciones educativas de Tungurahua con la actuación de 138.568 estudiantes, 6.295 docentes y 714 administrativos, el viernes 14 de septiembre de 2018.

Las capacitaciones en temas de gestión de riesgos son continuas, se coordinan con los organismos de respuesta (bomberos, Policía Nacional, entre otros) y se las planifica de acuerdo a la realidad del territorio.

Juan Tintín, coordinador de la Comisión de Gestión de Riesgos de la Unidad Educativa ‘Mario Cobo Barona’, indicó que la finalidad es preparar a los niños para que puedan salir a tiempo a los sitios de seguridad en casos fortuitos. “Realizamos los simulacros de acuerdo a disposición del Ministerio de Educación, antes era una vez al mes y ahora cada 15 días”, indicó.

En el caso que el plantel tenga doble jornada, la comisión tiene un subcoordinador en la sección matutina y vespertina que supervisa el simulacro. El coordinador enfatizó que el apoyo de los padres de familia y docentes es importante para controlar la seriedad de los estudiantes al realizar esta actividad. Uno de los lineamientos para la organización de simulacros es la señalética de vías de evacuación y lugares de concentración. La institución antes mencionada tiene cuatro sitios seguros debidamente señalizados.

La planificación de simulacros debe constar en el cronograma de actividades anuales que se entrega al Ministerio de Educación, según Mauricio Moreno, director de la Unidad Educativa ‘Génesis’. Comentó que en la institución existe el Comité de Gestión de Riesgos conformado por tres docentes y los presidentes de cada Consejo de Aula.

El tiempo de respuesta depende del número de estudiantes que tenga cada institución educativa. Por ejemplo, en la ‘Génesis’ de aproximadamente 175 estudiantes, el tiempo máximo de respuesta es 90 segundos.

Marcos Cañar, coordinador del comité de este plantel, indicó que otro de los lineamientos para ejecutar los simulacros es que en cada curso exista el botiquín de primeros auxilios.

Existe un responsable que se encarga de regresar a verificar que nadie se quede en el aula o ayudar a personas de vulnerabilidad. Según la estudiante Leslie Jaramillo, nunca se sabe cuando pueden pasar desastres y con la práctica podemos reaccionar de mejor manera.

“Es genial que la institución nos enseñe cómo actuar ante desastres y estos conocimientos podemos aplicarlos en nuestros hogares”, aseguró el estudiante Santiago Barrera. El criterio es similar para Joselyn López, quien resaltó que los niños ahora se comportan más tranquilos que los adultos en situaciones de riesgo. (I)

 

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