El precio del pan / Editorial
Los panificadores del país han emprendido una campaña para lograr la autorización de las autoridades gubernamentales, a fin de aumentar el precio del pan que, según sostienen, lo mantienen durante varios años sin una revisión, a pesar de haber formulado reclamos que jamás tuvieron respuesta favorable.
Los panificadores, para justificar el aumento del precio del pan de cada día , sostienen que todos los insumos para elaborarlo -harinas, mantecas, aceites, mantequillas, combustibles, mano de obra, arriendo de locales, agua potable, energía eléctrica, impuestos- han aumentado en forma significativa en los últimos años que, como es obvio, elevan los costos de producción que, a su vez, disminuyen la rentabilidad de los negocios.
Los panificadores ambateños, por su parte, han decidido no aumentar el precio del pan popular que es de consumo masivo; se lo mantendrá en doce centavos la unidad, que no se lo ha revisado desde el año 2.011. A ellos también les afecta el alza de precios de los insumos para la elaboración del producto.
El argumento esgrimido por los panificadores ambateños tiene sustento práctico y económico. En efecto, si se aumenta el precio del pan popular puede disminuir el consumo diario. Mientras que si el volumen de producción y ventas sea normal, la rentabilidad se mantendrá.
En todo caso, hay que entender como una actitud positiva frente a la economía popular crítica, con serias limitaciones, sin fuentes seguras de empleo. (O)