El mejor regalo de Navidad : Transmitir la FE / Edison Narváez Z.

Columnistas, Opinión

En estos días asistí a la “Novena de Navidad” y en una de estas asambleas se discutía el concepto de la FE y que hacemos para transmitirla;  pues bien tanto me emocionó el tema que decidí abordarlo en esta tribuna.

Desde niños siempre nos hablaron de la FE, nos animaron a tener FE; sin duda la base del cristianismo es tener FE. Sin embargo, pese a que nos exhortaron a tener FE, nunca nos dijeron como tener FE.

En términos generales la FE es la certeza de lo que se espera, es decir la convicción de lo que no se ve, o la esperanza de que tendremos un mañana mejor. Y es que cuando nos esforzamos por alcanzar una meta, estamos ejerciendo la FE, porque depositamos nuestra esperanza en algo que aún no vemos. Por eso es que en la religión tener FE es creer lo que Dios ha prometido, aunque no lo veamos.

Quizá la FE se ha convertido en la medicina de muchos, pues es la convicción que tienen frente a cualquier evento. Esa convicción, le da vida al pensamiento y ciertamente nos comunica con el ser eterno.

Normalmente escuchamos “Tenga Fe en usted mismo”, y es verdad si consideramos que cada persona es forjadora de sí mismo  en virtud de los pensamientos que escoge y estimula. Pues bien, enfocar la fuerza de sus pensamientos hacia el objetivo que tiene eso es  tener FE.

Estimados lectores, la FE es un estado mental que ciertamente se la puede inducir o estimular mediante la Autosugestión.

En términos sencillos la Autosugestión es la insinuación que uno mismo se hace a través de los pensamientos dominantes que uno permite que permanezcan en nuestra mente. De aquí la importancia de que los pensamientos que tengamos sean en su mayoría positivos antes que negativos.

Los seres humanos llegamos a creer cualquier cosa que se repite en nuestra mente, cualquier afirmación sea falsa o verdadera igual con el tiempo la aceptamos como algo cierto; por tanto es menester enfocar la fuerza de nuestros pensamientos hacia el objetivo que tenemos, debemos hacer de este objetivo nuestra tarea suprema, y dedicarnos a tiempo completo a conseguirlo, evitando que nuestros pensamientos  divaguen en caprichos, envidias y fantasías, esto es tener FE, mostrar dominio de nosotros mismos.   

En ocasiones nuestras circunstancias no son de nuestro agrado, pero estas no cambiarán si continuamos con los mismos pensamientos negativos, sin concebir un ideal y luchar por alcanzarlo;  pero ahí no queda todo, el buen Cristiano debe tener FE en Cristo y debe transmitirla hacia los demás. ¿Cómo? Compartiendo lo que hemos recibido: Amor, Alegría, Tolerancia, Esperanza… Será el mejor regalo de ésta Navidad. (O)

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