El ejemplo es vital para el crecimiento educativo

Ciudad
La concentración es un hábito de estudio para que los conocimientos sean asimilados. (Foto El Heraldo)

Si padre y madre transmiten con hechos buenas costumbres, los hijos replicarán esas acciones, lo que les permitirá triunfar no solo en el ámbito estudiantil, sino personal y profesional, afirmó el gerente de Relaciones Públicas de ‘Ilvem’, Marcelo Ponluisa.

Incentivar a que los chicos organicen su vida en todo sentido y que hagan sus trabajos en el momento oportuno sin posponerlo propiciará hábitos que influenciarán positivamente en el quehacer educativo.

“El trascendental que el padre sea observador y se dé cuenta. Si tiene que corregir acciones de sus hijos, pues, que lo haga. Es importante eliminar la inutilidad de hacer las cosas en nuestros pequeños”, manifestó Ponluisa.

A decir de Álvaro Vargas, reconocido formador estudiantil, para impulsar hábitos de estudio el éxito también está en la auto-recompensa al esfuerzo. “Cuando alcanzas una meta cómprate un helado o algo que disfrutes”.

Además sugiere que se deben evitar distracciones. Muchos resaltan en cumplir actividades al mismo tiempo, aspecto que no es aconsejable. “Si vas a estudiar apaga la televisión y guarda el celular o cualquier dispositivo que pueda distraer”, señala.

Conseguir un tutor será el adicional para que ayude en la tarea académica. “Si no logras fomentar hábitos de estudio duraderos considera un tutor. No solo es útil para estudiar cada asignatura, sino brindan nuevas herramientas o apoyan a mejorar la concentración”, enfatizó.

Los hábitos de estudio están relacionados con los problemas de aprendizaje.

A criterio del ex docente de la Unidad Educativa ‘Bolívar’, Danilo Soria, estos inconvenientes de enseñanza-aprendizaje son producto de ciertos profesores que desconocen el manejo óptimo de libros; es decir, no saben compartir sus conocimientos a base de publicaciones impresas.

“Lo que tiene que hacer el maestro es prepararse para dar clases a base de libros. Hoy no explican como antes se lo hacía”, dice.

Sin embargo, menciona que no toda la culpa es de los docentes, sino del actual sistema educativo. Por esta realidad hoy los padres deben estar preparados para ayudar a sus hijos a realizar las tareas, debido a que el profesor no dio la explicación necesaria.

Esta posición es compartida por Jorge López. Tiene un hijo de nueve años. Todos los días tiene que ayudar a su pequeño a efectuar sinnúmero de tareas.

En muchas no puede contribuir y debe recurrir al apoyo extra-familiar, cuyo costo supera a veces los 20 dólares, indicó. (I)

 

 

Deja una respuesta