Día del Trabajador / Editorial

Editorial, Opinión

 

El 1 de mayo de 1886 fueron masacrados por las fuerzas del orden los trabajadores que protestaron en Chicago en contra las 12 y 16 horas laborales diarias. Defendían que la jornada laboral fuera de 8 horas.

En junio de ese año los dirigentes de los trabajadores fueron condenados a la pena de muerte, unos, y, otros, a cadena perpetua por los acontecimientos del 1 de mayo. Detrás de la celebración del día del trabajador se encuentra esta dolorosa historia.

Actualmente, el 1 de mayo tiene otras connotaciones. No se trata de reivindicar luchas en contra de los patronos sino de levantar la bandera del empleo, con la particularidad que, dentro de la categoría de trabajadores, están tanto los que trabajan en relación de dependencia como los autónomos e independientes.

Hoy desfilarán por las calles de Ambato los obreros organizados junto a todos aquellos que, igualmente, se sienten trabajadores. Será un evento incluyente, con un gran mensaje. (O)

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