Desfile Cívico / Editorial

Editorial, Opinión

 

  La realización del desfile el lunes 12 de Noviembre, con la participación de miles de estudiantes secundarios de cuarenta y siete colegios del  Cantón, ha dado margen a observaciones serias de parte de Concejales y de varios ciudadanos en base a desfaces que han sido detectados.

  Es preciso aclarar la esencia de un acontecimiento cívico.  Todos los pueblos tienen sus fechas que refuerzan el patriotismo protagonizado por sus antepasados, con manifestaciones de rebeldía y de  luchas sangrientas para alcanzar logros libertarios con independencia política, social y económica.

  Hechos de esta naturaleza deben ser recordados con unción por los pueblos en forma masiva y patriótica, para relievar el valor de quienes en el pasado lucharon y hasta entregaron sus vidas para dejar un legado valioso e inalienable a las futuras generaciones.  Este pasado glorioso debe ser la oportunidad para inculcar en la conciencia, en el corazón y en la mente de las nuevas generaciones estos valores de la historia, de la tradición, de los ancestros y de la cultura.

   Una manera importante de despertar el civismo en los pueblos,  en la niñez y en la juventud son los desfiles cívicos con música marcial, con aquellas melodías que perduran en el tiempo y dejan una estela de gloria que recuerda la historia de aquellos valores que legaron nuestros antepasados.   Las equivocaciones incurridas en el gobierno anterior, que prohibió la música marcial ejecutada por las bandas estudiantiles y el uso de uniformes propios de la celebración patriótica, deben ser corregidas en el futuro. (O)

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