Capacitación de Choferes / Editorial

Editorial, Opinión

 

Ser conductor de un automotor es una actividad que requiere de preparación integral que, a su vez, lleva a la responsabilidad en el manejo del vehículo para consigo y para terceros, ya que en casos de accidentalidad las consecuencias son múltiples.

Quien conduce un vehículo debe tener preparación plena no solamente en  la conducción, la mecánica y la electricidad, que son fundamentales por cierto; sino también en la cultura general, en  el respeto irrestricto a sus semejantes, en el trato diario a las personas que sirve con su trabajo.

La evaluación a la que han sido sometidos los choferes profesionales ha arrojado deficiencias muy notorias, a las que no se les dado la importancia que encierran;  que el veinte por ciento de los que han rendido las pruebas haya sido reprobado debe ser materia de seria preocupación de las autoridades que controlan todo el tránsito y la movilización de automotores  que transportan pasajeros y carga.

Es hora de que se revise los programas de enseñanza en las escuelas de formación profesional de Choferes. Que contengan todos los principios de la pedagogía moderna en todos sus aspectos antes indicados. La estructura integral de estos centros de capacitación y la calidad técnica y académica  de los docentes es fundamental.

Tanto se habla sobre accidentes de tránsito y de los choferes, pero no se llega a la raíz, que es la preparación de los choferes en forma integral y con exigencias severas, como acontece en otras profesiones.  La vida de muchos está en juego. (O)

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