Avistamiento de aves / Luis Alfredo Silva

Columnistas, Opinión

 

En nuestro constante caminar, por diferentes paisajes de la provincia de Tungurahua, no solamente observamos montañas, lagos, ríos, cascadas, valles, glaciares; depresiones, etc, sino una gran cantidad de aves que, con los vegetales, constituyen la vida del paisaje geográfico natural. Si desea mirarlas, hay que trasladarse a los sitios donde viven, provisto de binoculares para apreciarlas a gran distancia.

El cóndor, el ave más grande del Ecuador, lo avistamos en uno de los páramos más hermosos de la provincia, que se extiende entre Paliugsha, caserío de la parroquia de Pilahuín, y el Carihuairazo. Es de color negro en general, exceptuando algunas partes de sus alas que son de color blanco, al igual que el collar que posee y que no llega a unirse por delante del cuello. Posee sobre la cabeza una carnosidad roja, que constituye la cresta.

El guarro, especie de águila pequeña, lo hemos visto en el caserío de Pondoa, en las faldas del volcán Tungurahua y en valle del río Ulba, en el cantón Baños de Agua Santa. Se caracteriza por tener una cola corta, en forma de cuña y alas muy anchas. Los colores de sus plumas son negro pizarra y gris pálido, que estan distribuidos en la parte superior de su cuerpo; además, en su cabeza, cuello y pecho, posee plumas alargadas. Es un fabuloso espectáculo, ver volar un guarro; con sus alas abiertas planea en el espacio, haciendo figuras en el cielo azul, que cubre las estribaciones de las montañas.

En El Flanco Andino Exterior Oriental, en las montañas que limitan el Valle del río Pastaza, en la parroquia de Río Negro, del cantón Baños de Agua Santa, hemos apreciado toda la singular belleza de la pava de monte. Es de color verde oliva, con algunas plumas de color blanco en la periferia, que semejan escamas; pero más llamativas son, las plumas de color rojo intenso, que aparecen en el cuello.

Chusig, es una especie de los búhos, lo miramos formando pequeños grupos o solo en diversos sitios, en el atardecer, cuando retornamos de nuestras caminatas por montes y páramos. Sus plumas son de color gris, destacandose alrededor de los ojos; en la barbilla, las plumas son cortas y de color blanco. Presenta como características, dos penachos auriculares muy pequeños, cabeza ancha, ojos sobresalientes y un pico similar a un garfio. Su «canto», es considerado como maléfico; sobre el, se ha tejido una serie de leyendas. (O)

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