Assange, problema para Ecuador / Editorial

Editorial, Opinión


  No cabe la menor duda  de que la presencia del australiano Julián Assange en la Embajada Ecuatoriana en el Reino Unido constituye un grave problema para Ecuador y el Gobierno, por la serie de actitudes negativas y desafiantes que ha tenido en los años de su asilo.

  El asilo político que concede un Estado a una persona está sujeto a determinadas reglas que deben cumplir el Estado concesionario y el beneficiario. Como se ha analizado hasta la saciedad, este asilo es para proteger a un político que ha tenido problemas políticos en su país, como se han dado varios casos en la historia.  Este asilo no puede servir para aupar a quienes tienen juicios penales por infracciones cometidas. Tal es el caso del australiano.

  Assange ha tenido desplantes notorios que demuestran su personalidad prepotente y abusiva.  Recordemos cuando ofendió a Ecuador al tildarlo de país insignificante. Intervino en las elecciones presidenciales de Estados Unidos y en las diferencias políticas entre el Gobierno español y las autoridades catalanas. Quebrantó las normas del asilo concedido.

  La soberbia del gobernante de la década perdida pasó por alto. Más bien la Canciller Espinoza le otorgó la  nacionalidad ecuatoriana con un trámite ilegal y hasta de concedió un cargo diplomático para que Assange pudiera huír a Rusia. Ecuador quedó en ridículo ante el mundo. La política internacional fue un fracaso.

  Mientras el extranjero cumpla la reglamentación soberana de Ecuador puede continuar alojado en nuestra Embajada;  si abusa de la generosidad ecuatoriana, como hizo antes, debe atenerse a las consecuencias. (O)

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