A pesar de todo (I) / P. Hugo Cisneros  

Columnistas, Opinión

En días pasados comencé a leer unos dos tomos muy sencillos pero llenos de profundidad que tienen como título «A pesar de todo». Esto me lleva a pensar que es verdad que hoy día el hombre, especialmente el joven, se encuentra sumido en un ambiente pesimista y lleno de maldad, pero mirando un poco el corazón del mismo hombre nos viene a flor de labios ese tajante «a pesar de todo».

«A pesar de que «el rostro del amor se desfigure hasta quedar reducido muchas veces a un mero placer de los sentidos…» A pesar de que el hastío, la desgana de la vida atenacen el corazón del hombre en­gendrando en su espíritu una vehemente necesidad de evadirse en busca de paraísos artificiales. A pesar de que todo coopere a que el hombre no asuma sus propias responsabilidades y parezca que la justicia no tiene ya corazón…

A pesar de que haya que descubrir cada día lo esencial y sea necesario defenderlo para que no fenezca…A pesar de que uno lo haya recu­perado todo y las palabras le resulten demasiado inexpresivas para explicar adecuadamente lo que lleva en lo más hondo de si mismo…A pesar de todo…tal vez queden todavía: Un camino que descubrir, una oportunidad que aprovechar, una luz en algún sitio, una tierra a la que amar». (lmberdis y Perrin en A pesar de todo).

Creo que en todo momento hay que tener presente estas palabras, pero más que nunca cuando los estudiantes han comenzado ha saborear las vacaciones finales de sus estudios, pues una oportunidad muy propicia para evaluar, para programar, para potenciar todos nuestros actos. Durante el año escolar a muchos se les pierde el camino, se les apaga la luz, se esfuman las oportunidades, se les escapa la tierra y lo que ella contiene para poder expresar su gran capacidad de amar.

Es necesario que en estas vacaciones todo joven se comprometa & descubrir el CAMINO. Muchos son los caminos que se le ofrecen, pero tiene que acertar el camino que tiene que recorrer. Es el camino de la responsabilidad, el camino de la honestidad, el camino del encuentro con el hombre que todos los días se cruza por nuestra calle, con la naturaleza, para ser percibida, para ser expresada en el verso, en el disfrute el aire, del sol, del paisaje, del agua, de la montaña. Creo que las vacaciones son una oportunidad brillante para aprovechar aquellas cosas que, a lo largo del año, no se han podido aprovechar.

Son las vacaciones, una oportunidad para acercarse más a los padres y a la familia, para descubrir y disfrutar sus experiencias, sus tradi­ciones, para reforzar el sentido de pertenencia a un hogar, a una fami­lia. Son las vacaciones una oportunidad para disfrutar la amistad que durante el año escolar muchas veces se vió empañada por el interés, centrada en ocasiones en torno a una fiesta, a una botella. (O)

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